El político colombiano Gustavo Petro, tras dar un discurso borracho: «Me cayó un mal trago»

El candidato a la presidencia de Colombia, que lidera las encuestas en intención de voto, dijo que había caído en ese estado tras el cansancio por su viaje a Europa

Poly Martínez

Pocas cosas caen tan mal y se sienten tanto como un mal trago. Bien lo sabe Gustavo Petro , el candidato presidencial que lidera las encuestas de intención de voto en Colombia. El mal trago se vio el pasado lunes en la noche , en plena plaza pública de la sofocante ciudad de Girardot, en un mitin político, cosa que el mismo candidato reconoció cuando en las redes sociales se armó una pelea virtual entre sus seguidores -que alegaron que el video era una manipulación de la derecha- y sus detractores, que afirmaban que no había intervención alguna en el vídeo. El propio Petro salió al paso a las especulaciones y reconoció que se subió a la tarima algo 'copetón', como se le dice en Colombia a aquellos que, sin estar totalmente borrachos, empiezan a arrastrar un poco la lengua y tienen un tono en cámara lenta.

«Es verdad –escribió en su cuenta de Twitter- que con el cansancio del viaje a Europa y el cambio de horario, me cayó mal un trago que tome antes del acto de Girardot , en una reunión previa». Para finalizar pidiéndole excusas a los asistentes, pero justificando que en todo caso cumplió con el compromiso a pesar del cansancio. Sus más duro contradictores aprovecharon la ocasión para señalar que así liderará el país, de salir elegido, mientras sus escuderos alegan que un mal paso lo puede dar cualquiera. Oscar Iván Zuluaga , el candidato de la derecha por el Centro Democrático, partido gobernante, afirmó que hay políticos que se emborrachan con el poder, pero «otros pareciera que desde antes», refiriéndose tácitamente a Petro.

Pero Gustavo Petro no es cualquier político: sigue siendo el candidato presidencial mejor ubicado para la primera vuelta del próximo mes de mayo. De no ganar en ese momento, como es su propósito para no repetir el descalabro de 2018 ante Iván Duque, lo que sí parece incuestionable hoy es que será uno de los dos finalistas para llegar a la Casa de Nariño en la segunda vuelta, a mediados de junio próximo. De allí que cualquier paso en falso, salida de tono o mal trago le pueda resultar en un dolor de cabeza electoral.

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