La Policía costea masajes sexuales a un agente para detener a cuatro mujeres por prostitución en Florida
Durante la operación encubierta, el agente pagó casi 450 dólares en total y las arrestadas le realizaron tocamientos en las nalgas, el pene y los genitales, y le ofrecieron tener sexo
El Departamento de Policía de Pembroke Pines , localidad del sur de Florida situada a poco menos de 40 kilómetros de Miami, costeó a un agente encubierto una serie de servicios de masaje sexual en una operación contra la prostitución que acabó con la detención de cuatro mujeres de origen chino de entre 48 y 58 años.
En este estado de EE.UU. está prohibido tanto pagar por servicios de prostitución como ofrecerlos o incitar a alguien a que se prostituya.
En concreto, el policía de Pembroke Pines gastó casi 450 dólares (unos 410 euros) de los fondos del departamento en tres salones de masaje en los que se le realizaron diversos tocamientos en partes como las nalgas , el pene y los genitales antes de que se llevaran a cabo los arrestos, de acuerdo con los informes de la operación.
Las cuatro mujeres detenidas, originiarias de la ciudad china de Shangái, están acusadas de prácticas sin licencia y ofrecer prostitución.
Elevadas propinas
Según informa la web del canal de televisión Local 10 , afiliada a la cadena ABC, el detective adquirió en primer lugar un masaje de media hora por 50 dólares en el establecimiento Charm Spa Massage, donde se encontraban Hongyan «Wendy» Li, de 50 años, y Rongling «Mimi» Huang, de 52. Posteriormente, dejó otros 58 dólares en la cabecera de la cama frente a Li. Según informaría luego el agente, esta última, con carné de conducir de Nueva York, le tocó las nalgas, deslizó sus dedos hasta el exterior de su ano, agarró su pene y supuestamente le dijo que tener sexo le costaría 120 dólares, sexo oral 100 y realizar un trío con ella y su compañera 200.
«Me enseñó su pecho y me preguntó por qué no la deseaba», indicó el policía encubierto en su informe, añadiendo que después del masaje encendió su grabadora de imágenes para hablar con Li.
Anteriormente ya había conocido a Huang, que, según indica, le habría practicado un masaje el 17 de diciembre por 50 dólares. Además, le dio una propina de 40 dólares y le pidió que le «provocara». El agente informó de que Huang le cogió el pene y le ofreció sexo oral por 20 dólares más, y de que él le dio 20 dólares extra de propina por «los minutos adicionales»,
Jianxia «Yuyo» Xin, de 58 años, trabajaba por su parte en el 5 Roses Asian Massage & Spa, cuando el policía encubierto la conoció el pasado 27 de noviembre, de acuerdo con el informe de la detención. El agente asegura haber pagado 40 dólarse por 30 minutos de masaje y haber dejado 40 más en una mesita de esquina una vez que estaba con la mujer. «Cogió mi mano y la puso en sus nalgas, mientras simultáneamente manipulaba mis genitales», recogió en el informe.
Así mismo, Xin, que tenía su domicilio en el propio local, le habría dado un masaje el 15 de enero, cuando una vez más pagó 40 dólares por un masaje y dejó otros 40 de propina en un taburete. Tras el masaje, Xin presuntamente le habría dijo que un « masaje a cuatro manos » de media hora serían 80 dólares.
Por su parte, Wiexia «Emi» Shi, de 48 años, trabajaba en el Body Salon, donde el detective encubierto la conoció el 22 de enero, tras pagar 50 dólares por un masaje de 30 minutos. Le dejó 40 de propina en una mesa, ella le tocó los genitales y aseguró que masturbarle serían 50 dólares. La mujer tenía su domicilio también en su lugar de trabajo.
Tráfico de personas
El canal Local 10 News recuerda que el máximo responsable de la lucha contra el tráfico sexual del Departamento de Estado de EE.UU., John Richmond, aseguró a «The New York Times» que la mayoría de los traficantes de personas que explotan mujeres chinas en miles de spas a lo largo y ancho del país usan formas no violentas de coerción.
Y el sheriff del condado de Martin, William Snyder, aseguró el pasado año durante una rueda de prensa sobre una operación contra el tráfico de seres humanos en el que estaban implicados salones de masaje y mujeres procedentes de China que la red extendía sus «tentáculos» desde Florida y New York a China . Las mujeres eran tratadas como víctimas y no como trabajadoras del sexo.
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