La Policía austriaca descarta un segundo terrorista y detiene a 14 sospechosos por el atentado en Viena
Los primeros interrogatorios han reforzado la tesis de una actuación en solitario
Después de 18 horas de búsqueda en el centro de Viena , la Policía austriaca descarta ya la existencia de un segundo tirador, en el atentado yihadista que tuvo lugar anoche, y atribuye a la confusión de los testigos la vía muerta a la que ha llevado esa rama de la investigación. El ministro del Interior, Karl Nehammer, acaba de asegurar que « no hay indicios de un segundo atacante » y que el terrorista abatido habría actuado, por tanto, en solitario. «Después de haber valorado los vídeos que nos han llegado, no hay indicios de un segundo atacante», ha declarado, aunque no descarta por completo que el terrorista contase con algún tipo de apoyo o complicidad, pero no sobre el terreno.
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En las quince redadas efectuadas hoy martes en Viena, las fuerzas de seguridad han detenido a catorce personas relacionadas con el atacante abatido a las que posteriormente se ha comenzado a interrogar. Los primeros interrogatorios han reforzado la tesis de una actuación en solitario y Nehammer ha destacado, además, que la evaluación hasta ahora de aproximadamente la mitad de los vídeos grabados por los ciudadanos y aportados a la policía, un total de alrededor de 600.000, no muestra la presencia de otro atacante. «Mantendremos el nivel de seguridad más elevado y la presencia policial en Viena porque se siguen analizando vídeos y podría todavía aparecer nueva información, no puede descartarse todavía al completo, pero con el material visto hasta ahora, no hay rastro de un supuesto segundo atacante desde anoche».
Gran despliegue policial
Más de mil policías peinan desde anoche el primer distrito de Viena, en busca de un segundo hombre que supuestamente habría huido, pero la reconstrucción de los hechos que ha sido posible con el paso de las horas muestra que un mismo atacante podría haber cubierto los seis emplazamientos, separados unos de otros por apenas unos minutos a pie , en los que los testigos reportaron denuncias telefónicas a la policía.
Por lo demás, la policía austríaca ha detenido a dos personas en la ciudad de Sankt Pölten, a unos 60 kilómetros de Viena, en relación con el atentado terrorista. Unidades de agentes especiales fuertemente armadas registraron dos viviendas en esta localidad del estado federado de Baja Austria, donde según el diario vienés Kurier «pusieron todo patas arriba». Previamente, de madrugada, la Policía había entrado a la fuerza en la vivienda de uno de los supuestos autores, el tirador abatido, seguidor del grupo terrorista Estado Islámico de 20 años de edad e identificado como Kujtim Fejzulai , que tenía doble nacionalidad, de Austria y Macedonia del Norte, y había sido puesto en libertad condicional a principios de diciembre pasado tras cumplir parte de una condena de 22 meses de cárcel por haber intentado viajar a Siria para unirse a Daesh. En los alrededores de su vivienda es donde se han llevado a cabo después las extensas redadas a gran escala, según ha informado el ministro de Interior, Karl Nehammer.
El supuesto terrorista había cumplido solamente ocho meses de cárcel cuando recuperó la libertad. Su buen comportamiento y el haberse sometido a un programa de desradicalización acortó su estancia en prisión. Nehammer ha explicado que, a la luz de los más recientes acontecimientos, «el terrorista logró engañar al programa de desradicalización de la justicia», por lo que el ministro ha anunciado que el Ministerio emprenderá una evaluación para mejorar el sistema y evitar eventuales errores como este en el futuro.
El perfil que la investigación ha ido dibujando del terrorista es el de un joven de 20 años nacido y crecido en las afueras de Viena, de padres macedonios, criado en una familia normal, pero «desorientado y con malas amistades”. Así lo describe el que fue su abogado durante el juicio por el que acabó en prisión, Nikolaus Rast, que asegura que «nunca habría considerado posible que se convirtiera en el autor de un atentado ». Kujtim Fejzulai fue detenido en Turquía en 2018, cuando trató de cruzar la frontera hacia Siria. Tras su extradición a Austria, fue condenado por un tribunal de este país, pero su abogado dice que «para mí, era un joven que tuvo la mala suerte de caer en malas amistades». «Si en vez de haber ido a una mezquita hubiera ido a boxear, se habría hecho boxeador», concluye el letrado, que ha recordado también que, tras la condena, el joven identificado como Kujtim Fejzulai recibió ayuda de un agente de libertad condicional y de una asociación que se dedica a recuperar a jóvenes radicalizados. De hecho, el abogado sentencia que, de no haberse considerado que no era peligroso, el joven no habría sido puesto en libertad antes de cumplir su condena. Rast opina que se radicalizó siendo aún adolescente, en una mezquita que frecuentaba. y afirma que era un joven «que buscaba su lugar en el mundo».