Planeó su propio asesinato

Subido a un todoterreno, Alex Murdaugh, un destacado abogado de 53 años de Carolina del Sur, se entregaba a la policía. Esposado, también llegaba Curtis Edward Smith. Un hombre de 61 años que le pegó un tiro en la cabeza a Murdaugh. Todo formaba parte de un plan de fraude que había orquestado el propio abogado. Tres meses atrás, su mujer y su hijo fueron asesinados a las puertas de su casa, justo un día después de que le obligaran dejar su puesto de trabajo por malversación de fondos. Y por si fuera poco, la misma semana moría su padre. Adicto a los opioides y sumido en una depresión fatal, Murdaug contrató a Smith para que lo asesinara. Así, su único hijo vivo cobraría un seguro de vida millonario. Pero Smith, falló en el tiro y se descubrió el pastel. Ahora, se enfrenta a una larga lista de cargos mientras que Alex ha terminado en libertad bajo fianza y deberá ingresar en un centro de rehabilitación.