Las últimas posibilidades que le quedan a Boris Johnson para lograr un Brexit el 31 de octubre
El primer ministro británico afirmó la semana pasada que prefiere «estar muerto en una zanja» a pedir a Bruselas que se aplace la salida del Reino Unido de la UE
Las idas y venidas del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson , para sacar adelante su plan de Brexit, que insiste en llevar a cabo con o sin acuerdo el 31 de octubre, se enfrentan hoy a una jornada clave. La Cámara de los Comunes, donde previsiblemente se frenará este lunes un adelanto electoral, se ha convertido en el principal escollo del «premier», que se niega a rogar una prórroga de tres meses a Bruselas, aplazamiento que fuerza a consumar la salida el 31 de enero, como dicta la ley que ha recibido la aprobación de la Reina Isabel II.
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No está de más recordar cuáles son los pilares que sustentan la batalla de Johnson: no pedir un aplazamiento del Brexit bajo ningún concepto -« prefiero estar muerto en una zanja », llegó a afirmar con dramatismo la semana pasada, cuando la situación se empezaba a poner fea para él- o lograr la convocatoria de elecciones, donde las encuestas le conceden un 35% de los votos, aunque ni los laboristas ni los independentistas escoceses están dispuestos a servirle en bandeja las urnas.
Pocas opciones
Con esta situación, que guarda un gran parecido con un callejón sin salida, las opciones de Johnson parecen mínimas, y cubierto de nubarrones su futuro político. Sin embargo, las informaciones que se suceden en las últimas horas se filtran como un rayo de luz en las sombrías expectativas del primer ministro. Son los detalles sobre las argucias a las que todavía puede recurrir para evitar que el Reino Unido pida un nuevo aplazamiento del Brexit a Bruselas, ruego que considera una humillación.
La primera de ellas consiste en saltarse la ley. La Cámara de los Comunes y luego la de los Lores aprobaron la semana pasada el proyecto de ley para evitar un Brexit sin acuerdo, fijando que si no se llega a un entendimiento con Bruselas antes del 19 de octubre, el primer ministro deberá pedir una prórroga de tres meses para negociar. Esa ley ha recibido la aprobación de la Reina Isabel II hoy mismo. Entre otras cosas, incluye un modelo de carta que el primer ministro tiene que enviar al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir el aplazamiento del Brexit. Una de las opciones que maneja Johnson es mandar otra misiva más donde se desdiga de lo escrito en la primera, negando que su deseo sea aplazar la salida de la Unión Europea (UE). Sin embargo, un giro de este tipo sería ilegal, informa la BBC.
La segunda, quizá más difícil, consistiría en pedir a un país de la UE afín con los anhelos del Reino Unido que bloquee el aplazamiento que se verá forzado a reclamar Johnson, afirma también la BBC. El diario británico «The Times» recuerda que el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, amenazó ayer con vetar otra prórroga del Brexit, si el caos continúa reinando en Londres.