Entrevista a Philippe Martinez
Philippe Martinez: «Macron es arrogante y a veces desprecia a su pueblo»
Martinez lidera la CGT y la huelga de los 'cheminots' (ferroviarios) contra las reformas que pretende el hiperactivo presidente francés Emmanuel Macron en la SNCF (la Renfe francesa)
Con su mostacho de Astérix, voz grave y poco tiempo para cortesías con periodistas, el líder sindicalista Philippe Martinez (Suresnes, 1961), de madre santanderina y padre enrolado en las brigadas internacionales, lidera la Confederación General del Trabajo (CGT) y la huelga de los 'cheminots' (ferroviarios) contra las reformas que pretende el hiperactivo presidente francés Emmanuel Macron en la SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses, semejante a la Renfe española), una de las joyas de la corona de la fortaleza del Estado francés que sirve a 4,5 millones de usuarios al día y que tiene el monopolio de los servicios ferroviarios galos. Aunque el proyecto de reforma global de la SNCF, con una deuda de 47.000 millones de euros , fue aprobado masivamente el pasado martes en la Asamblea Naciona l, el joven Macron se enfrenta al, de momento, principal desafío de su legislatura que durará aún hasta junio y en las que los 'cheminots' seguirán tratando de paralizar Francia para evitar el fin del estatuto del empleado ferroviario y sus privilegios para los nuevos contratos.
Muchos franceses están hartos de las huelgas y creen que los ‘cheminots’ son unos privilegiados.
No es verdad decir que muchos franceses piensan eso. Es mitad y mitad. Esta campaña ha sido orquestada por el Gobierno para intentar dividir a los franceses, pero no está funcionando. Los cheminots no son unos privilegiados, tienen salarios igual que los de fuera, y a veces inferior. Los ferroviarios se levantan muy pronto por la mañana para que los trenes partan y son los que por la noche van a hacer trabajos de mantenimiento en las vías para que los trenes puedan circular. Los ‘cheminots’ hacen un servicio público y por ello están disponibles las 24 horas.
La CGT perdió un tercio de sus afiliados el año pasado yha perdido su sitio ante al reformista CFDT. ¿No hace autocrítica por la pérdida de afiliados?
A veces los medios dicen tonterías, no siempre. La CGT no ha perdido un tercio de sus afiliados. Es cierto que aunque la CGT siga como principal sindicato en Francia, ha reculado a nivel de elección profesional en el sector privado. Si su pregunta es cómo puede mejorarse la CGT… tiene que abrirse al mundo de trabajo de hoy, ocuparse de los parados, de los trabajadores que no tienen contrato ni estatus, que trabajan en UBER o Deliveroo, que son trabajadores que no entran en convenios colectivos. La CGT tiene que hacer más para llegar a todos los tipos de trabajadores.
Macron ha mejorado en las encuestas recientemente. ¿Los franceses han comprado su agenda reformista frente a la lucha sindical?
Macron no es un reformista, Macron es un joven político con viejas ideas. Los sondeos son muy diferentes: está la popularidad en general, que se ha hecho ante la intervención militar en Siria y en general este tipo de intervenciones tienden a subir la popularidad del presidente; esto pasó también con Hollande. Por el contrario, el 70% de los franceses considera que la política social de Macron es mala. Esto supone un impulso para la CGT.
Abrirse a la competencia permitiría a las empresas privadas entrar en la red ferroviaria y que dejen de operar en una serie de líneas porque no son rentables
¿No cree que hay que reformar la SNCF para que deje de ser un 'agujero negro' para el Estado?
El PDG (presidente-director general) de la empresa pública obedece al Gobierno y cuando dice que hay que construir líneas de gran velocidad TGV que cuestan mucho dinero obliga a la SNCF a endeudarse para construir esas líneas en lugar de mejorar lo existente y abrir nuevas líneas más baratas. La última línea es una de gran velocidad que cubre Tours-Burdeos y que ha costado muchísimo. No es la deuda de los cheminots. Sufrimos las consecuencias de los Gobiernos anteriores, hay que buscar otra estrategia del desarrollo en SNCF para las líneas secundarias.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, me dijo que la reforma de la SNCF consistía en hacer que un servicio ferroviario público más eficiente, con más trenes por hora y las tarifas más baratas para los usuarios. ¿Por qué usted no está de acuerdo con esto?
Porque el proyecto del Gobierno supone principalmente un cambio de estatus de la empresa, es decir, en lugar de ser una empresa nacional va a convertirse una sociedad de capital público, que puede abrir el capital a lo privado. Vamos hacia la privatización de la SNCF como otros Gobiernos han privatizado empresas públicas o las han abierto al capital privado. Macron y Le Maire formaban parte de los Gobiernos precedentes que explotaron las empresas. Hay un problema de personal: tantos trenes son anulados porque faltan maquinistas, no hay suficientes. El proyecto del Gobierno se refugia en una directiva europea, pero hay que saber que esta permite la posibilidad de que las empresas públicas estratégicas, y la SNCF lo es, no se abran a la competencia porque esto permitiría a las empresas privadas entrar en la red ferroviaria y que dejen de operar en una serie de líneas de tren porque no son rentables. Lo privado no respeta el servicio público, solo busca ganar dinero. Y el ferrocarril cumple un servicio público.
¿Hasta cuándo la CGT podrá continuar con esta posición si hay cada vez menos huelguistas?
Eso es según la dirección. Han sido las vacaciones escolares en toda Francia, los huelguistas... son niños, maridos y mujeres que aprovechan las vacaciones escolares, se van y no hacen más huelga.
¿Usted ha contribuido a título personal a financiar a los huelguistas?
Sí, he dado a la caja de solidaridad personalmente.
¿Y la CGT?
No hay caja de solidaridad en el sindicato. Todos hemos pasado ya los 250.000 euros, los artistas, escritores, cómicos, directores han comenzado también 700.000 euros a través de estas cajas para ayudar a los huelguistas puede verse que la sociedad francesa no está en contra, no habrían conseguido tanto dinero.
¿Pero qué propuestas concretas hace la CGT para mejorar la situación de la SNCF?
Lo he dicho ya. Las propuestas es que no se hagan inversiones que no sirven para nada, Francia es un gran país y necesita un TGV de una gran ciudad a otra, pero también hay muchas líneas secundarias para ir de pequeñas ciudades a otras y hay que invertir en ellas. También el problema de la SNCF y Francia en general es que se da mucho dinero, mucho dinero, no se puede medir la deuda, para transportar por la carretera, sean los viajeros o para las mercancías. ¿Pero quién paga las carreteras? No son las empresas privadas, ¿eh? Es el Estado. Quien va por las carreteras son los camiones de las empresas. Hay que equilibrar el dinero que se mete entre las carreteras y las vías de ferrocarril... Francia se ha jactado en el mundo entero por los resultados de la preservación del planeta COP21. Somos ecologistas y transportar mercancías por los camiones no es ecologista. No sé si lo sabe usted pero el primer medio de transporte en el país es SNCF, que transporta más pasajeros y mercancías por la carretera que por tren, es una paradoja, ¿no?
«La CGT se ocupa de lo social, no de lo político»
Que la CGT ya no sea el principal sindicato profesional tras la victoria de la CFDT, Confederación Francesa Democrática del Trabajo, que opta más por la colaboración reformista que por la confrontación, ¿apunta a que Francia prefiere un modelo como el alemán, cansado de la lucha continúa?
En Alemania ha habido una huelga por la metalurgia, de los funcionarios… En Francia, como en Alemania y España, hay huelgas. La huelga está en todos los países salvo en los países donde la constitución no las recoge, que son dictaduras, o donde estan limitados los sindicatos como en Inglaterra. La CGT ha reculado en lo privado porque es un esfuerzo que debemos hacer, no tenemos suficiente implantación sindical en ciertas empresas. En España todo el mundo vota en las elecciones, en Francia se vota empresa a empresa y no el mismo día y cuando en una empresa no está la CGT no se puede votar por la CGT.
En España, UGT y Comisiones Obreras, en plena crisis de legitimidad, participaron en una manifestación a favor de los políticos catalanes en prisión. ¿Cree que los sindicatos tienen que involucrarse en asuntos políticos con los partidos?
No tengo la costumbre de comentar lo que hacen mis camaradas en otros países, pero en todo caso por lo que he leído y he oído Comisiones y UGT quieren una solución pacífica y política de la situación. Creo que es una buena posición.
¿La CGT no va a la manifestación convocada por un diputado del partido izquierdista France Insoumise el 5 de mayo por razones políticas?
El sindicato CGT se ocupa de cuestiones sociales, no políticas. Así que hacemos un sindicalismo independiente de los partidos políticos. Además, cuatro días antes del 5 de mayo está el 1 de mayo, la fiesta internacional de la lucha de los trabajadores.
¿El enfrentamiento viene de lejos?
Francia Insumisa es un partido político y la CGT es un sindicato. No tenemos nada que ver.
¿No comparten objetivos?
La convergencia de luchas es con los trabajadores en las empresas, no en el mundo de la política.
Pero anteriormente me ha dicho usted que ve bien lo que han hecho los sindicatos españoles con respecto a la manifestación por los políticos presos catalanes, que es implicarse políticamente y no por cuestiones sociales.
Le he dicho que en Cataluña estaban Comisiones y UGT, que son las que deciden. No es mi tema, usted se dirige a un representante francés y yo le explico la posición de la CGT en Francia.
Si el Ejecutivo continúa con la reforma pese a todo, ¿tendrá vía libre para la reforma de las pensiones?
Nos ocupamos de la movilización actual, pero el proyecto del Gobierno no es bueno para el mundo del trabajo.
Muchos le ven a usted como un radical.
No sé qué quiere decir usted con radical. ¿No hay en España? ¿No hay en Alemania? Hay huelgas en todo el mundo, así que hay radicales en todo el mundo.
¿Macron será un nuevo Jacques Chirac, que cedió en las reformas ante los sindicatos, o un nuevo Margaret Thatcher, inflexible ante las huelgas de hace treinta años?
Macron es mucho Thatcher y mucho Sarkozy. Macron es en principio un liberal, no es por nada que en Francia lo llamemos el presidente de los ricos.
¿Ha visto algún cambio en la posición de Macron en la última semana con respecto a las entrevistas que ha tenido en televisión?
El cambio es que ha ido a la tele, cuando fue elegido dijo que no iba a ir mucho a los medios y en una semana ya ha ido dos veces. Esto muestra que la situación social le preocupa y le obliga a explicarse y justificarse.
¿Cómo ha visto usted la conversación que tuvo Macron con un manifestante el otro día?
Cada vez que habla con un manifestante lo hace como un profesor, le explica a la gente la situación y quien mejor puede explicarlo son los que la viven, no él. Es arrogante y a veces desprecia a su pueblo. Se llama a sí mismo Júpiter. Macron tiene un problema: no conoce la realidad de la mayoría de los ciudadanos de nuestro país.
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