CLAVES DE LATINOAMÉRICA

A pesar del muro de Trump el flujo de inmigrantes vuelve a subir

El último cuatrimestre de 2020 ha sido el final de año con mayor presión sobre la frontera en toda su presidencia

Emili J. Blasco

El muro que Donald Trump celebró esta semana en su visita al valle del Río Grande –aseguró haber completado 700 kilómetros de valla– no ha tenido el efecto disuasorio proclamado por la Administración saliente. La presión sobre la frontera sur ha ido en progresivo aumento desde abril del año pasado, cuando se detectó un mínimo de flujo migratorio, después del pico de las caravanas de un año antes que llevó a Trump a acuerdos con los presidentes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras para la retención de migrantes.

Así, entre septiembre y diciembre de 2020 se registraron las mayores cifras de un cuatrimestre final del año desde que Trump está en la Casa Blanca, en lo que afecta a «encuentros» en la frontera sur. El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos ha pasado a utilizar ese término tanto para las aprehensiones de personas que se internan ilegalmente en el país como para las personas que rechaza en los puestos fronterizos como inadmisibles. Dada a la imposibilidad de saber el número de migrantes que logran con éxito penetrar sin permiso en Estados Unidos, el número de «encuentros» (aprehensiones e inadmisiones) son un termómetro del flujo migratorio.

Se trata de dos variables que no son completamente paralelas, pues un aumento de las detenciones puede indicar una mayor eficacia policial en impedir el ingreso de inmigrantes ilegales. También puede haber personas que se han decidido a marchar a EE.UU. antes de que una mayor extensión de muro pudiera reducir las expectativas migratorias. No obstante, generalmente se consideran magnitudes relacionadas.

El doble que el año pasado

El número de inmigrantes ilegales procedentes de México y del Triángulo Norte centroamericano cuyo paso fue impedido por las autoridades fronterizas estadounidenses se dobló en los últimos meses de 2020 respecto al mismo periodo de 2019. Así, en octubre y noviembre el número de mexicanos «encontrados» fue, respectivamente, de 46.589 y 43.553 (frente a los 23.275 y 22.255 del año anterior) , y en diciembre la cifra de centroamericanos llegó a 26.709 (frente a los 12.811 del mismo mes de 2019).

El incremento se ha producido sobre todo por un fuerte auge de la migración mexicana, formada especialmente por individuos adultos. Han decrecido, en cambio, las cifras de familias que intentan traspasar la frontera; la reducción ha sido notable en el caso de menores no acompañados.

Los «encuentros» fronterizos en este año fiscal estadounidense (de octubre de 2020 a septiembre de 2021) superarán probablemente a los registrados en los de 2018 (en el que se impidió el paso en la frontera sur a 521.090 personas ) y de 2020 (458.088). En el año fiscal de 2019, cuando se dio la crisis de las caravanas que salieron desde Honduras y El Salvador, supuso un récord difícilmente alcanzable (977.509 migrantes, con un pico en mayo de ese año de 144.116).

Promesa de campaña

En su visita de esta semana a la frontera Trump, para dar por misión cumplida la construcción del muro a la que se había comprometido al ser elegido, calificó de «gran logro» el trecho de valla alzada durante su mandato . «Heredamos una frontera rota, disfuncional y abierta. Todo el mundo se colaba como quería», dijo, y adjudicó el mérito a su Administración de haber conseguido la frontera sur más segura de la historia de Estados Unidos. A un nivel nunca visto antes».

Trump se refirió a las 450 millas (724 kilómetros) de valla instalada durante su presidencia, que constituye una sucesión de gruesos barrotes de entre 5 y 9 metros de altura; para su construcción, según publicita la Administración, se han usado 680.000 toneladas de acero y 740.000 metros cúbicos de hormigón, todo ello materiales «made in the USA».

En su mayor parte, se trata del reemplazo de barreras menos seguras preexistentes. Hasta la llegada de Trump, existían 654 millas de barreras, la mitad de las cuales intentaba impedir el paso de personas a pie y la otra mitad eran barreras contra vehículos.

Además de esas 450 millas, existen otras 300 en construcción o preparación, sumando el proyecto un total de 750 millas (1.200 kilómetros). Aunque se trata de solo un tercio de la frontera entre Estados Unidos y México, Trump dio por cumplida su promesa electoral, alegando que en otros puntos fronterizos montañas o ríos constituyen ya una fortificación frente a la inmigración ilegal y actividades de crimen transnacional.

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