Pedro Rodríguez - DE LEJOS
La vacuna y el relato
El Covid-19 plantea una competencia entre EE.UU. y China al estilo de la carrera espacial de la Guerra Fría
La pandemia de coronavirus ha añadido, al menos, dos frentes simultáneos a la confrontación entre China y EE.UU. que cada vez recuerda más a la carrera espacial de la Guerra Fría. El primero sería la urgente búsqueda de una vacuna. Lo que debería ser un esfuerzo científico global empieza a quedar distorsionado en virtud de la obsesión por ser los primeros, no carente de efectos devastadores: desde impedir y ralentizar la necesaria cooperación hasta dificultar el acceso de las naciones más pobres a un eventual tratamiento.
El segundo frente abierto en este pulso hegemónico sería la batalla del relato sobre el Covid-19. Mientras los EE.UU. de Trump han empezado a recurrir a la conspiranoia, China utiliza su creciente autoritarismo para exonerarse de cualquier responsabilidad. En el frente diplomático, Pekín ha pasado durante los dos últimos meses de la cortesía a la intimidación para contrarrestar las acusaciones de al menos negligencia dolosa en el origen de la pandemia.
Dentro de esta contraofensiva, tan poco protocolaria como ingeniosa, el gobierno comunista argumenta que China se enfrenta a una reedición de la narrativa falsaria utilizada para justificar la invasión de Irak en 2003. Es decir, gravísimas acusaciones sobre el origen del virus sin ninguna base real como en el caso de las inexistentes armas de destrucción masiva atribuidas al régimen de Sadam Husein. En su refutación, el Ministerio de Exteriores en Pekín no ha dudado incluso en invocar al mismísimo Abraham Lincoln: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».
Esta diplomacia china se conoce como Wolf Warrior, por una popular serie de películas en la que patrióticos comandos luchan y derrotan a mercenarios extranjeros en diferentes partes del mundo. El arsenal de esta asertividad tratada con esteroides nacionalistas incluye desde agresivas acusaciones hasta extorsiones en búsqueda de silencio. Todo bajo la guerrera convicción de que ha llegado la hora de China frente a un Occidente en declive.
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