El Partido Laborista aparta a su diputado Simon Danczuk por sus abusos sexuales

Envió mensajes de móvil eróticos a una menor desde España y lo acusan de una violación en 2006

El apartado Danczuk llega a su oficina en Rochdale EFE

LUIS VENTOSO

Simon Danczuk, de 49 años y agitada vida personal, es diputado laborista desde 2010 por la circunscripción de Rochdale , en el Gran Manchester. Hombre hecho a sí mismo, a los 16 años ya trabajaba en una fábrica y logró completar su formación estudiando de noche y entrando tardíamente en la universidad. En 2012 se dio a conocer en todo el país al destapar que el diputado liberal Cyril Smith, su predecesor en Rochdale, un hombre obeso y carismático fallecido en 2010, había sido en realidad un pedófilo en serie. Danczuk coescribió un libro desenmascarando a Smith y se ha convertido en un destacado activista en la denuncia de los abusos a menores. El problema es que el denunciante se ha convertido en denunciado. El Partido Laborista lo suspendió la semana pasada por enviar mensajes sexuales explícitos a través del móvil y desde España a una menor, de 17 años. Además, la Policía lo acusa ahora de una violación en 2006.

El alcohol y las mujeres pueden acabar con la carrera del diputado laborista, que se niega a dejar su escaño, a pesar de que una veintena de militantes se han manifestado frente a su domicilio exigiéndole que se vaya. Padre de cinco hijos, ha estado casado dos veces y sus ex esposas, novias y amantes protagonizan el culebrón de comienzos de año en la prensa inglesa.

Sonia, la primera mujer, diez años más joven que él y con la que estuvo casado diez años y tuvo dos hijos, lo pone verde. Lo califica de «depredador sexual» y lo acusa de consumir drogas y de abusos en el lecho conyugal. Pero la segunda mujer, Karen, esta vez 17 años más joven que él, lo ha salido a defender y ataviada con unos guantes de boxeo en la portada del «Sunday Times» acusa a Sonia de haber ejercido la prostitución, lo que ella niega.

Pero aún hay más. Tras dejar a ambas, en la última convención del Partido Laborista el animado Simon Danczuk se lío con una concejala, Claire Hamilton, de 32 años, también 17 años más joven que él. Iniciaron una relación, pero a los pocos meses reventó, al hurgar Claire en el móvil de Simon y encontrarse con un intercambio de mensajes de móvil sexuales con una chica de 17 años, la mulata Sophena Houlihan, que el mes pasado cumplió los 18 y que según las últimas informaciones ha orientado su vida profesional a ejercer de dominatriz.

Simon, que reconoce que «las mujeres jóvenes son mi talón de Aquiles», ha pedido disculpas por enviar mensajes sexuales a la menor, en los que hablaba de lo excitado que estaba y donde ella también lo animaba. «Tuve una amistad en las redes sociales con alguien durante varios meses y en un momento bajo de mi vida. En septiembre, solo en dos ocasiones, respondí a mensajes que me envió y pido disculpas».

En el diario sensacionalista «The Sun» ha contado más detalles. Se encontraba en España, «borracho, cachondo y solo», y su ingesta de alcohol era de tres botellas de vino al día.

El Partido Laborista lo ha apartado no tanto por los mensajes sexuales de móvil como por abuso de su posición política, y es que la menor Sophena Houlihan se dirigió a él en el inicio de su relación pidiéndole empleo en su oficina de Rochdale y se cree que el político se aprovechó de ello.

El diputado alega afirma que hay un ensañamiento con lo que llama «mi vida personal algo colorista», y alega que eso no sucede cuando el protagonista es un político conservador. Cita expresamente el caso de Boris Johnson , el admirado alcalde de Londres, que vivió años en público adulterio, con hijos extraconyugales incluidos, sin que afectase a su carrera política. Pero ese argumentario se ha desplomado ante el último revés: la Policía ha recibido una denuncia que relaciona a Simon Danczuk con un caso de violación en 2006. Él niega tajantemente toda implicación y expresa su deseo de cooperar en la investigación policial. «Es una acusación maliciosa, falsa y extremadamente deprimente». Pero sus horas en política parecen contadas.

En sujetador naranja

El caso de Danczuk es uno más en los jaleos de alcohol, drogas, sexo y pedofilia que salpican con frecuencia al Parlamento británico. El último caso sonoro fue cuando el pasado otoño «The Sun» acabó con la carrera y reputación de Lord Sewel, de 69 años, vicepresidente de la Cámara de los Lores y presidente de su comité de ética, al grabarlo esnifando tres rayas de cocaína en compañía de dos prostitutas, que recibieron 280 euros cada una por sus servicios. Las fotografías lo mostraban además vistiendo un sujetador naranja. La orgía tuvo lugar en su apartamento londinense, cercano al Parlamento.

Lo notable es que Lord Sewel daba lecciones de conducta. A comienzos de 2015 se aprobó una nueva ley que endureció el código de comportamiento de los lores. A raíz de esa reforma, escribió en el «Huffington Post» un artículo lamentando que «las acciones de unos pocos manchan nuestra reputación» y destacó que desde 2010 la Cámara de los Lores «ha mejorado su regulación y castigado a los pocos que se comportaban mal».

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