El Parlamento alemán endurece las penas por abusos sexuales
La ley «no es no» castiga con hasta cinco años de prisión a cualquiera que fuerce a una persona contra su voluntad, aunque no haya violencia o amenaza
Medio año después de la Nochevieja de Col onia , el Gobierno alemán aprueba una reforma legal con la que pretende reforzar los derechos de las víctimas de agresiones sexuales y que endurece las penas para los agresores. Si hasta ahora era necesario que se hubiese producido violencia o amenaza de violencia para establecer que la relación sexual fue no consentida y poder probar el delito de violación, a partir de esta reforma, que entrará en vigor después del verano, bastará con un sencillo «no», con una lágrima derramada o con un mero gesto desaprobatorio, que a menudo es lo que víctimas en estado de shock son capaces de expresar. «Si alguien me pide el coche y le digo que no, pero a pesar de ello se lo lleva, puedo denunciar el robo. Y lo que sirve para el derecho de propiedad debe servir también para la autonomía sexual», explica Renate Künast, líder del partido Los Verdes y presidenta de la comisión parlamentaria que ha impulsado la reforma bajo el lema «no significa no«. Hacer caso omiso de un «no» conllevará penas de hasta cinco años de cárcel.
Teniendo en cuenta el modus operandi de las violaciones de Colonia, grupos de hasta cien hombres que rodeaban a las mujeres impidiendo la huida, la nueva ley considera que todos los miembros del grupo, hayan participado físicamente o no en la violación son culpables de este delito, punto que Künast critica porque «quien no ha cometido un delito no puede ser juzgado por él y esa parte de la ley podría ser inconstitucional». También tipifica como delito los denominados «tocamientos» , que quedan legalmente definidos como «tocar el cuerpo con intencionalidad sexual y de acoso».
La ley cuenta con gran consenso del Parlamento, aunque Los Verdes y La Izquierda han criticado que incluya en la penalización la expulsión del país de los inmigrantes que sean condenados por una agresión sexual a penas de privación de libertad, con lo que el apartado 177 del Código Penal se inmiscuye directamente en el derecho de residencia . El carácter disuasorio de la nueva tipificación abre, por otra parte, un amplio margen para la denuncia arbitraria, pero ha sido considerada necesario por el legislador debido a que desde Nochevieja han proliferado los ataques de grupos de hombres a mujeres en fiestas, festivales musicales o en estaciones de metro los fines de semana.
En Alemania se denunciaron en 2015 unos 8.000 casos de violación , aunque las autoridades calculan que sólo una de cada diez víctimas acude a la Policía y sólo uno de cada diez sospechosos es castigado. En la Nochevieja de Colonia se superaron las 1.100 denuncias.
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