París decreta sanciones limitadas a Irán por un posible atentado frustrado en su territorio
Las sospechas «fundadas» se refieren a un plan de ataque contra Muyahidines del Pueblo refugiados en Francia
A pesar de las sospechas y limitadas sanciones por una posible “participación” iraní en un atentado frustrado que no llegó a cometerse, el verano pasado, al norte de París, Francia sigue apoyando el acuerdo contraído con la UE, el Reino Unido y Alemania para salvar el acuerdo nuclear con Irán que preveía levantar sanciones internacionales a cambio de la limitación del programa atómico de Teherán.
El gobierno de Emmanuel Macron se ha limitado a aplicar los protocolos convencionales que castigan fundadas sospechas de acciones “ilegales” cometidas en territorio francés, cuando los servicios de seguridad descubrieron la posible participación de dos ciudadanos iraníes y los servicios de inteligencia de Teherán en un atentado frustrado que no llegó cometerse el verano pasado, contra los Muyaidines del Pueblo , refugiados en Francia desde hace muchos años. A juicio del gobierno francés, podría estar probada la “responsabilidad” de dos diplomáticos y del Ministerio de Inteligencia iraní en el intento frustrado de atentado terrorista contra la reunión anual de los Muyaidines del Pueblo, en las afueras de París.
Confirmada tal “responsabilidad”, el gobierno francés decidió una respuesta “comedida”: congelar los haberes y activos de dos diplomáticos y el Ministerio de Inteligencia iraní, en Francia, durante seis meses. Con grandilocuencia controlada, el ex ministro del Interior francés, Gérard Collomb afirmó que “Francia no tolerará nunca ningún tipo de amenazas, en su propio territorio”.
Al mismo tiempo que se congelaban temporalmente los activos de dos diplomáticos sospechosos, los servicios de seguridad organizaron varias redadas contra asociaciones musulmanas de confesión chií, de quienes se sospecha con mucho fundamento que se trata de organizaciones proselitistas próximas al Hizbulá , en el Líbano, bajo tutela de los servicios de seguridad iraníes.
Históricamente, Francia ha sufrido en su territorio, París y su periferia, en particular, de las actividades criminales de varios gobiernos de Oriente Medio, Siria, Irak, Irán, aceptando que organizaciones de “resistencia” se instalasen en su territorio. El ayatolá Jomeini orquestó el derrocamiento del Sah de Persia desde un pueblo próximo a París . Instalado Jomeini en Teherán, Francia aceptó la presencia en su territorio de los Muyaidines del Pueblo, agresivamente hostiles al régimen de los ayatolás, que realizan una reunión anual con mucha presencia diplomática.
Ese doble o triple juego diplomático permite a París, desde hace décadas, utilizar varios lenguajes de presión y diálogo.
Las comedidas sanciones ordenadas contra dos diplomáticos y el Ministerio de Inteligencia iraní, sospechosos de acciones o tentaciones de acciones criminales, no son incompatibles, bien al contrario, con la defensa de los intentos de “salvación” de los acuerdos entre Irán y las grandes potencias occidentales, que debían levantar las sanciones contra Teherán a cambio de la limitación de su programa nuclear.
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