París, una ciudad helada tras el toque de queda

El lunes por la noche, durante un paseo nocturno por París, donde solo está permitido salir a la calle a partir de 21.00 horas si se tiene un permiso profesional o una razón de necesidad justificada, la ciudad ofrecía un aspecto helado y sobrecogedor

Silvia Nieto

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Si somos sinceros, París no es exactamente una ciudad acogedora. Después de la reforma del siglo XIX, de la construcción de los grandes bulevares y de la consolidación de sus ejes mediante monumentos, la capital se hizo más grande que el hombre. Después del toque de queda , la medida decretada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron , para detener la segunda ola de contagios de Covid-19 , esas dimensiones han parecido agrandarse.

El lunes por la noche, durante un paseo nocturno por París, donde solo está permitido salir a la calle a partir de 21.00 horas si se tiene un permiso profesional o una razón de necesidad justificada, la ciudad ofrecía un aspecto helado y sobrecogedor. En la Avenida de los Campos Elíseos , las grandes tiendas estaban cerradas. Lo mismo ocurría en la rue de Rivoli , donde el escaparate de algunos comercios ofrecía un aspecto de abandono. Sin gente por la calle, monumentos como el Panteón , Notre Dame o la P irámide del Louvre resultaban imponentes. Salvo los operarios y las vueltas puntuales de algunas patrullas de la Policía , lo cierto es que los parisinos parecen haber respetado las restricciones.

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