Dos parejas de California intercambian sus bebés por un error fatal de una clínica de reproducción

Alexander llora al abrazar por primera vez a Zoe, su bebé biológico nacido por confusión de una gestante que no es su mujer. Daphna cuenta el sufrimiento de  haber gestado y dado a luz un bebé que no era suyo. Con emociones contadictorias porque crió a un bebé biológico de otro pareja y que era de otra raza,  lo que causó un trauma en el padre. Descubrieron enseguida que la clínica de fertilidad había implantado en Daphna el embrión de otra pareja,  localizada con un bebé que tampoco era suyo y que tras las pruebas han intercambiado. El daño emocional ha sido brutal también  para la hermana de Zoe que tuvo que desprenderse de ese bebé que ya no era de sus papás. La pareja ha denunciado al centro de reproducción de Califonia responsable de este error fatal. Su abogado pide una regulación y se pregunta cuántos niños confundidos habrán crecido en familias que nunca sospecharon al ser de su propia raza.