Italia teme un nuevo foco del coronavirus en el sur, donde la estructura sanitaria es más débil
El presidente de la región de Campania solicita ayuda al primer ministro para evitar la «tragedia»
«En este pueblo los contagios de coronavirus serán cero. Aquí no pasa nadie». Dicho y hecho: Giovanni Campese, el alcalde de Monteleone di Puglia (Foggia), un municipio de 1.100 habitantes (el 30 % con más de 65 años) en la región de Apulia, ha cerrado todos los accesos para no entre ningún forastero . El aislamiento es total. A falta de suficientes vallas, el regidor ha encontrado una solución alternativa: Utilizar grandes pacas de heno para bloquear las entradas. «Siendo un pueblo agrícola, hemos utilizado todo lo que tenemos a disposición, que además nos sale gratis: La materia prima de nuestra comunidad». La policía local y 20 voluntarios de protección civil a bordo de sus tractores se encargan de la vigilancia.
El regidor se siente orgulloso de que no haya contagios en el pueblo y quiere mantener ese récord. Se registran solo cinco habitantes que regresaron de las zonas rojas y se pusieron en aislamiento domiciliario para hacer una cuarentena obligatoria, pero no están infectados.
Giovanni Campese ha cerrado al público todas las actividades comerciales, incluidas las tiendas de alimentación, panadería y farmacia, estableciendo un servicio a domicilio: «Para salvaguardar del contagio a nuestra pequeña comunidad, hemos activado un servicio de puerta a puerta. Nuestros habitantes hacen sus peticiones por teléfono y después voluntarios de protección civil hacen la entrega a domicilio. Nuestra comunidad tiene un gran sentido cívico».
El caso de Monteleone di Puglia constituye todo un símbolo y un reflejo del miedo que existe al coronavirus en el sur de Italia. Hasta ahora son las regiones del norte, en particular, las más afectadas. En el sur la difusión de la epidemia está contenida , pero existe el creciente temor de que el virus se pueda extender también en el sur, lo que sería una catástrofe, porque sus estructuras sanitarias son muy inferiores en comparación con las que existen en las ricas regiones del norte.
Emblemática es la región de Campania, como reflejo de la angustia y pánico que existe ante el temor de que se propague el coronavirus. En algunos municipios se ha pedido incluso la intervención del ejército. Es el caso del alcalde Salvatore Di Sarno, de Somma Vesuviana (Nápoles), que ha pedido la intervención del ejército para cerrar los confines entre los países, después de que en la residencia de ancianos Madonna dell’Arco, se registraron 32 positivos al coronavirus. Campania no está entre las regiones más afectadas de Italia –hasta ahora hubo 1.200 personas contagiadas, con 74 muertes-, pero el presidente regional, Vicenzo De Luca, ha escrito una dramática carta al primer ministro, Giuseppe Conte, para que adopte urgentes medidas proporcionando el material necesario como ventiladores y otros equipos, con el fin de evitar una «tragedia en el sur»: «Existe la posibilidad real de que la tragedia de Lombardía esté a punto de convertirse en la tragedia del sur. Estamos en vísperas de una gran expansión de la epidemia que puede no ser sostenible».
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