Palas mecánicas limpian «La Jungla» de Calais
Se teme que muchos refugiados huyan para levantar después otro campo en la misma zona
El desmantelamiento de «La Jungla» , en la periferia de Calais ha entrado en una nueva fase: la «limpieza» con palas mecánicas, defendidas por varias compañías de antidisturbios, mientras la expulsión, traslado y desalojo de refugiados prosigue sin incidentes pero bajo una fuerte tensión. Hoy entraron en acción palas mecánicas y retroexcavadoras que fueron utilizadas para desmontar las tiendas y espacios donde vivían de mala manera los refugiados trasladados en autobuses a los Centros de Acogida y Orientación repartidos por toda Francia.
Ante los amagos de resistencia de pequeños grupos de refugiados que desean continuar malviviendo en «La Jungla», el ministerio del Interior ordenó el despliegue disuasivo de varios cientos de antidisturbios fuertemente armados. Mientras varias unidades destruían minuciosamente tiendas y refugios, los inmigrantes desalojados eran divididos en varios grupos (hombres y mujeres solas, ancianos, familias, niños), clasificados con brazaletes de plástico de distinto color para poder «identificarlos».
Los refugiados que aceptaban partir voluntariamente eran invitados a montar en los autobuses que los conducen a su nuevo destino, donde comenzará para ellos una nueva odisea. Los que aspiren a conseguir el estatuto de refugiado deberán esperar tres meses , antes de conocer su destino final. Si no son aceptados como refugiados serán expulsados a sus lugares de origen. Entre los inmigrantes que se resisten a abandonar «La Jungla», se teme que muchos quieran huir para construir otros campos en el propio Calais con la intención de ir después al Reino Unido. Las unidades antidisturbios francesas intentan vigilar a los eventuales prófugos.
Con edades comprendidas entre los 13 y los 15 años, los niños siguen siendo el mayor motivo de preocupación . La mayoría huyeron de Afganistán, víctimas de la guerra, cuando sus familias fueron asesinadas.
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