La UE pagará 3.000 millones a Turquía para contener la oleada de refugiados

Los Veintiocho ceden ante Ankara y retirarán la exigencia de visado para ciudadanos turcos a partir de 2016

Merkel, Davutoglu y Hollande, este domingo en Bruselas EFE

ENRIQUE SERBETO

Turquía y la UE han decidido «revitalizar» el proceso de adhesión, a cambio de que este país contribuya de forma decisiva a contener el flujo de refugiados sirios. Con más concesiones por parte europea que promesas concretas por parte turca, Europa ha tenido que aceptar una riada de cesiones que ponen fin a un periodo en el que las negociaciones de acceso se habían metido deliberadamente en el congelador. A partir de ahora se vuelve a hablar de un «futuro común» que hace solo unos meses parecía olvidado.

La convocatoria de esta cumbre, que movilizó en domingo a todos los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintiocho, ha sido una de las concesiones que han tenido que hacer los europeos y a la que Turquía respondió con un primer desplante , al enviar al primer ministro Ahmet Davutoglu en lugar del presidente Tayip Erdogan. Y a pesar de ello, Davutoglu calificó el encuentro como «histórico», después de once años desde que se iniciaran las negociaciones de adhesión, y una pieza clave para él mismo que este lunes se somete en Ankara a la moción de confianza.

Fue muy sintomático que al dar cuenta de la reunión el representante turco mencionase primero los aspectos en los que se vuelve a iluminar el camino de su entrada en la UE , antes que los que se refieren a la crisis de los refugiados, que es lo que interesa a los europeos. Davutoglu se complació reiterando que las concesiones que ha obtenido en materia de cumbres bilaterales y reuniones de alto nivel «son muy importantes» y demuestran que « tenemos el mismo destino como miembros de una misma famili a». Sin embargo, sobre lo que le pedían los europeos, que garantice que se contiene el flujo de refugiados sirios, fue mucho menos optimista: «Puedo garantizar que Turquía cumplirá sus promesas, pero nadie puede garantizar que el número de refugiados disminuya, porque no sabemos qué va a pasar en Siria si siguen los bombardeos» y hay más población que huye.

También se defendió diciendo que los 3.000 millones de euros que le ha ofrecido la UE «no son un regalo» , sino que se dedicarán directamente a la atención de las personas que han salido de Siria y que se van a quedar en Turquía en lugar de intentar el salto a Grecia y de allí a Alemania.

Retratarse

La reactivación de las relaciones con Turquía se ha producido en el momento de mayor tensión por parte del máximo dirigente turco, el islamista Tayip Erdogán , que ha aprovechado claramente la situación creada por la crisis de los refugiados en su propio beneficio. Ha sido sintomático en este sentido que las únicas menciones a los abusos contra la libertad de prensa o la situación de los derechos humanos en el país se hayan hecho verbalmente y no hayan aparecido por escrito en la declaración fin al . El presidente del Consejo, Donald Tusk, y el de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se refirieron de forma indirecta al caso diciendo que en la UE «no se cambiarán los criterios» ni las exigencias para aplicar las decisiones sobre el ingreso de Turquía o sobre la eliminación de visados.

Pero a cambio, Turquía ha logrado que se mencione por escrito y claramente que el 14 de diciembre se reanudarán las negociaciones sobre la adhesión y se abrirá el capítulo 17, o que en octubre del año que viene se podría haber acordado ya la eliminación de los visados para los ciudadanos turcos, que ahora lo necesitan.

Una de las razones por las que Turquía ha exigido la celebración de esta cumbre era para poder forzar a todos los jefes de Estado y de Gobierno europeos a que se pronunciasen abiertamente sobre el punto final de todo el proceso, es decir, si Turquía será finalmente aceptada o no como miembro de pleno derecho . Si hay que creer lo que han contado después los principales dirigentes, la cuestión ha sido envuelta, como es habitual, en un velo dialéctico más o menos claro. Merkel ha vuelto a referirse a las «buenas razones para dar un impulso a las negociaciones» que son «una pieza dentro de un gran puzzle» y que depende de aspectos como la resolución del problema de Chipre. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se quedó a pasar la noche en Bruselas para acudir hoy a París a la cumbre sobre el clima, consideró que la reunión había sido «constructiva». Rajoy dijo en el interior de la reunión que considera que es «capital» resolver la situación en Siria y en Libia para solucionar el problema de la crisis de los refugiados «se mire desde el ángulo que se mire».

El «aliado invierno»

Con independencia de lo que pase con Turquía, la cuestión más candente sigue siendo la de los refugiados que llegan a Europa y están poniendo a prueba los resortes políticos de la UE. Según Tusk el número de los que han entrado ilegalmente en la UE este año pasa ya del millón y medio de personas, y una reunión propuesta por Alemania entre la Comisión y los ocho países más afectados por la llegada de demandantes de asilo, no ha tenido ningún resultado. Las declaraciones autocomplacientes de los responsables europeos diciendo que no están pidiendo que nadie controle las fronteras de la UE en su nombre y que esperan que a partir de ahora se cambie la tendencia en la crisis de los refugiados, no han tranquilizado a mucha gente. Un diplomático europeo se mostraba bastante más escéptico sobre los resultados de esta reunión. «Seguramente -dijo- será el frío del invierno lo que frene la llegada de refugiados sirios a Grecia, no será este acuerdo».

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