Oxfam denuncia devoluciones ilegales de inmigrantes menores en la frontera entre Francia e Italia
Niños y niñas sufren detenciones ilegales y abusos por parte de la policía francesa, según un nuevo informe de Oxfam
Unos 16.500 inmigrantes -un cuarto de ellos son menores de edad- han pasado la frontera francoitaliana por el pueblo Ventimiglia (a 7 kilómetros de la frontera), en los últimos nueve meses y se espera que este verano la cifra aumente. La mayoría de estos inmigrantes huyen de la persecución y la guerra en países como Siria, Eritrea, Afganistán y Sudán.
Su objetivo es llegar a Europa y sobre todo, a países como Inglaterra, Alemania, Francia o Suecia, para poder reunirse con sus familiares.
El informe «Fuera, en ningún sitio» de la ONG denuncia «la asfixiante burocracia» en el sistema de acogida en Italia que pone en peligro y fuera del radar a personas refugiadas vulnerables. En Francia, según el informe, la policía gala realiza devoluciones ilegales de menores que son devueltos en trenes a Italia como adultos o en contra de su voluntad.
«Los niños, niñas, mujeres y hombres que huyen de la persecución y la guerra no deberían sufrir abuso ni abandono por parte de las autoridades francesas e italianas», asegura Elisa Bacciotti , directora de campañas de Oxfam Italia. «En demasiados casos, las carencias en servicios básicos y de información en el sistema de acogida italiano obligan a la gente a vivir situaciones precarias y peligrosas. Son personas que sólo desean pedir asilo en un país donde ya viven sus familiares y que se ven frustradas».
Tanto organizaciones sociales del lugar, como trabajadores de Oxfam denuncian casos de violencia y abusos hacia los menores, como el de rajar la suela de los zapatos de los migrantes o robarles la tarjeta SIM de sus teléfonos móviles.
Muchos de los menores que llegan a la frontera están sin un acompañante adulto y han denunciado sentirse abandonados en los centros de recepción, sin oportunidad de ir a la escuela, y sin recibir ninguna información sobre cómo pedir asilo o reunirse con su familia.
El único centro cerca de Ventimiglia , Campo Roja , ofrece alojamiento básico hasta a 444 personas. Pero la necesidad de dar las huellas dactilares y la fuerte presencia policial en el acceso, disuaden a muchos migrantes de quedarse. Además, los tiempos de espera son tan largos que la mayoría decide emprender su camino por su cuenta
El informe llama a los miembros de la S UE a asegurarse de que la responsabilidad con respecto a las personas refugiadas es compartida de manera más igualitaria bajo el sistema de Dublín , según el cual los menores migrantes en Francia no pueden ser devueltos a Italia si solicitan asilo en Francia. Esto es diferente cuando se tratan de migrantes adultas, que solo pueden pedir asilo en el primer país europeo al que llegan.
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