Pedro Rodríguez - DE LEJOS
La OTAN, fortaleza y equidad
La Alianza Atlántica se enfrenta en su 70 aniversario a la hostilidad de Trump y el reparto de la carga
La OTAN celebra su setenta aniversario en Washington. La misma ciudad donde el 4 de abril de 1949 se firmó su tratado fundacional no solo como un hito clave en el arranque de la Guerra Fría sino también como un alarde del principio de seguridad colectiva y el compromiso de EE.UU. con la paz en Europa, continente para el que históricamente cualquier excusa era buena para ir a la guerra.
A través de la OTAN, el plan Marshall, Bretton Woods empezando por no exigir reparaciones a Alemania y un respaldo decidido al proceso de integración europeo, se quería solucionar el gran problema geopolítico que había generado dos guerras saldadas con la implicación americana. El plan no era otro que convertir el suicida «tarro de alacranes» de Europa en una región post-conflicto donde fuera posible cruzar de Francia a Alemania sin darse cuenta.
Con elocuencia visual, Tim Marshall en Prisioners of Geography explica que «los europeos se embarcaron en un asombroso experimento. Se les pidió que confiaran los unos en los otros (…) para que Francia y Alemania se pudieran abrazar de forma tan estrecha como para que nadie tuviera un brazo libre con el que poder golpear al otro».
Por supuesto, Trump no está interesado en toda esa historia. Desde su visión transaccional de las relaciones internacionales, cree que la Alianza Atlántica es lo más parecido a un esquema de protección al estilo de los Soprano: el que no paga, se enfrenta a consecuencias desagradables. Aunque también hay que reconocer que la hostilidad de Trump se apalanca en un viejo debate sobre EE.UU. como el «pagafantas» de la OTAN.
De los aliados europeos, solamente seis naciones han alcanzado en 2018 el listón del 2 % del PIB destinado a defensa: Polonia, Lituania, Grecia, Reino Unido, Estonia y Lituania. Más de la mitad de los mayoritarios socios europeos –incluidos Alemania, Italia y España– se encuentran rezagados por debajo del 1,5 %. Para ser honesto, el aniversario de Washington debería combinar fortaleza y equidad.
Noticias relacionadas