La OTAN expulsa a ocho diplomáticos rusos por espionaje
Desde la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, las relaciones entre Rusia y la Alianza Atlántica están prácticamente congeladas
La OTAN ha retirado su acreditación diplomática a ocho representantes rusos por considerar que estaban realizando labores de espionaje, según confirmaron ayer varias fuentes aliadas. La versión más escueta de los representantes de la Alianza señala que se ha retirado su acreditación «a ocho miembros de la Misión rusa ante la OTAN, que eran funcionarios de inteligencia rusos no declarados». Además, la OTAN ha decidido reducir el número de puestos permanentes en la representación rusa ante su cuartel general en Bruselas a la mitad, de los veinte que hay actualmente a solo diez.
Desde la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, las relaciones entre Rusia y la OTAN están prácticamente congeladas, aunque los funcionarios aliados insistieron ayer mismo que incluso a pesar de estas expulsiones, la Alianza Atlántica sigue abierta a dialogar con Moscú. Desde comienzos del año pasado está pendiente una invitación aliada para una reunión del Consejo OTAN-Rusia, a la espera de una respuesta por parte de Moscú.
Las relaciones de Rusia con la OTAN están plagadas de altibajos y han pasado de invitar al mismísimo Vladimir Putin a una de sus cumbres a una incomunicación absoluta como sucede en la actualidad.
Es muy probable que la decisión de expulsar a estos funcionarios rusos tenga consecuencias concretas a corto plazo. Leonid Slutski , presidente del comité de asuntos exteriores del parlamento ruso (Duma) ha dicho, citado por las agencias occidentales, que «no duda que el titular del ministerio de Exteriores ruso propondrá unas adecuadas medidas de respuesta, no obligatoriamente simétricas». Y ha advertido que «la decisión de privar de acreditación a ocho empleados de la representación rusa ante la OTAN reducirá aún más el nivel de cooperación».
En los últimos años se han complicado las relaciones de la OTAN con Rusia con asuntos como la decisión del régimen turco de comprar material antiaéreo ruso en lugar de optar por tecnología occidental, lo que otros aliados consideran que es incompatible con los estándares tecnológicos y de seguridad que los miembros de la OTAN comparten.
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