Orbán repite gobierno por cuarta legislatura consecutiva en Hungría con cerca del 60% de los votos

El sondeo del Instituto Medián le otorgaba 121 de los 199 escaños del Parlamento húngaro

El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, ha votado hoy junto a su esposa, Aniko Levai EFE / Vídeo: Nueva victoria del ultraconservador Viktor Orbán en Hungría - ATLAS

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Fidesz-KDNP, el partido nacionalista conservador de Viktor Orban, se colocaba cómodamente por delante anoche, con el 57% de los votos acierre de esta edición, momento en el que se había recontado el 43% de las papeletas. La alianza opositora de seis partidos Unidos por Hungría, encabezada por el candidato independiente Peter Marki-Zay, obtenía el 31% de los votos, muy por detrás del 41% que le habían otorgado las últimas encuestas y sin posibilidad siquiera de acercarse al partido en el gobierno, que repetirá por cuarta legislatura consecutiva. Fidesz se beneficiaba de mayor respaldo en las zonas rurales y de la posición de neutralidad e incluso liviano apoyo a Putin en la invasión de Ucrania. «Debemos mantenernos al margen de esta guerra, porque ningún húngaro debe quedar atrapado entre el yunque ucraniano y el mazo ruso», definió Orban su postura desde el principio, «esta no es nuestra guerra».

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aumentó la presión el sábado, un día antes de las elecciones, describiendo públicamente al líder húngaro como «fuera de contacto con el resto de Europa, que se ha unido para condenar a Putin, apoyar las sanciones contra Rusia y enviar ayuda, incluyendo armas, a Ucrania». «Él es prácticamente el único en Europa que apoya abiertamente al señor Putin», criticó Zelenski el hecho de que Orban no se haya sumado a las sanciones internacionales. En el electorado, sin embargo, ha primado el miedo a que la guerra se extienda a Hungría y los votantes han valorado aparentemente esa «posición de neutralidad«, explicaba anoche Andras Pulai, del Instituto demoscópico Publicus, todavía a la espera de los resultados. Pulai añadía que ha sido efectiva la estrategia electoral de Orban, «de no celebrar ningún evento de campaña abierto, aparte de un mitin final el viernes». «En cambio, Orban ha preferido los eventos de campaña cerrados, en los que él hablaba con sus partidarios más leales», señalaba, lo que habría reforzado su imagen de gestor solvente en tiemos de incertidumbre. Esta misma idea era expresada por algunos votantes a la salida de los colegios electorales, como el ingeniero jubilado Lajos Rebay, de 78 años, que reconocía haber votado a Fidesz a la televisión húngara porque «muchas cosas positivas han sucedido en los últimos 12 años y, ahora que no sabemos lo que va a pasar, debemos continuar con los mismos».

Según los resultados preliminares, ni el partido de extrema derecha Mi Hazánk (Nuestra Patria) ni el partido satírico Partido del Perro de Dos Colas (MKKP) entrarían en parlamento, pero sí se esperaba anoche que, con el avance del recuento, Mi Hazán obtuviera 8 escaños.

Con estos datos sobre la mesa, Fidesz convocaba anoche su primera conferencia de prensa sobre los resultados. Gergely Gulyás, a cargo de la Oficina del Primer Ministro, y Zsolt Semjén, viceprimer ministro, anunciaron la victoria electoral y agradecieron a todos los que habían participado en las elecciones, «independientemente de por quién votaron». «Por muy poco no se ha batido un récord de participación y hemos visto estas previsiones, que nos dan muchos motivos para el optimismo», dijo Gulyás. Según el organismo electoral NVI, la participación fue la tercera más alta desde 1990 y a lo largo del día de hoy se conocerá el voto desde el extranjero, especialmente importante esta vez por que se podía votar en 145 agencias en 97 países. Paralelamente a las elecciones parlamentarias, se celebraba un referéndum sobre la controvertida «ley contra la pederastia», que ha suscitado críticas internacionales porque tiende a identificar pederastia con homosexualidad e incluye prohibiciones estrictas sobre la representación de la homosexualidad y el concepto transgénero en instituciones educativas y contenido de medios para adultos.

La OSCE había enviado una misión de observación para monitorear las elecciones, como respuesta a las críticas de la oposición y de varios institutos demoscópicos, que acusan al sistema electoral de parcialidad y de beneficiar a Orban, como Gabor Somogyi, un profesional de marketing de 58 años que cree que «el entorno mediático de Hungría favorece a Orban y a Fidesz, lo que convierte la elección en injusta». «Está bien y estoy feliz de que la misión de la OSCE esté aquí, seguramente ha evitado de forma preventiva algún fraude, pero realmente no creo que la votación haya sido suficientemente limpia», se quejaba.

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