La oposición de Hungría se agrupa en torno a un candidato común para derrotar a Orban

Péter Márki-Zay, conservador independiente y alcalde de la ciudad de Hódmezövásárhely, concurrirá en las elecciones de 2022 en representación de partidos que van de la extrema derecha a la extrema izquierda

Péter Márki-Zay, candidato único de la oposición en Hungría Reuters

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La oposición húngara cree haber encontrado la forma de arrebatar el poder al ultranacionalista Viktor Orban , que saca brillo a su mayoría absoluta desde hace doce años. Inspirados en las recientes elecciones checas, donde una coalición de casi todos los demás partidos se han aliado para vencer el populista Andrej Babiš, en Hungría han acordado una lista conjunta de seis formaciones políticas que será encabezada por el independiente conservador Péter Márki-Zay , alcalde de la ciudad de Hódmezövásárhely.

Márki-Zay ha sido elegido en unas primarias en las que han votado más de 600.000 militantes de partidos que abarcan todo el espectro político de oposición: el Partido Socialista, la izquierdista Coalición Democrática y Párbeszéd (Diálogo), el partido liberal Momentum y el ecologista LMPISTA. Márki-Zay se impuso en la segunda vuelta de la votación con el 57% a Klára Dobrev , posicionada más a la izquierda, que obtuvo el 42% y que reconoció su derrota cuando aún faltaban por escrutar el 40% de las papeletas. Márki-Zay se convierte así en el candidato de todos ellos en las elecciones de 2022.

«No solo queremos ganar a Orban, queremos construir una nueva Hungría», fueron sus primeras palabras tras conocerse el resultado definitivo de las primarias, «pase lo que pase, la oposición podrá ganar solo unida y nadie podrá quebrantar nuestra unión». «La salida no está ni a la derecha ni a la izquierda, sino arriba. El Gobierno de Orban va a ser reemplazado por una mayoría de dos tercios», proclamó, triunfal, en su primera intervención.

Márki-Zay llegó a la segunda vuelta en el último minuto y de rebote, gracias a la retirada del alcalde de Budapest, Gergely Karacsony , segunda opción más votada en la primera vuelta. El conservador, de 49 años y padre de siete hijos, no aparece contaminado por la asociación con la coalición socialista-liberal anterior a 2010, derrotada por Orban, ni tampoco está vinculado a ninguno de los principales partidos establecidos desde la caída del comunismo en 1989.

Como alcalde de Hodmezovasarhely, en el centro de Hungría, desde 2018, ha logrado adquirir experiencia de gestión y ha construido silenciosamente una base de seguidores en todo el país, además de una sólida red de activistas que se autodenominan Movimiento por una Hungría de Todos (MMM) que no constituye formalmente un partido.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, la semana pasada en una reunión de los países del grupo de Visegrado celebrada en Budapest Reuters

Como exgerente de marketing de una empresa multinacional, ha vivido en los Estados Unidos y habla varios idiomas. Sus colaboradores destacan su gran capacidad de negociación, que sin duda le resultará útil si finalmente llega a verse al frente de un Gobierno formado por seis organizaciones muy diferentes entre sí. «Está muy cerca de poder cantar victoria. Quizá un tercio de la población húngara apoya al Fidesz de Orbán, otro tercio apoya a la oposición, pero Peter Marki-Zay tiene la capacidad de apelar tanto a la oposición como al tercio restante, que son aquellos que normalmente no votan o que están desilusionados con Fidesz», analiza para los medios internacionales Peter Akos Bod, ex gobernador del Banco Nacional de Hungría.

Desde la extrema derecha a la extrema izquierda

Uno de sus grandes argumentos de campaña es su ciudad natal, a la que menciona a menudo como un microcosmos de Hungría. «Las personas que se postulan para el cargo en Hodmezovasarhely son aquellas que no robarían del erario público, ¡sino que trabajan por el bien común!», comenzó con las comparaciones hace un año, pescando votos y colaboradores entre exministros del Gobierno, periodistas, empresarios y teólogos, que se han sentido políticamente huérfanos desde que Viktor Orban trasladó a Fidesz a la extrema derecha.

También se ha rodeado de varios grupos de expertos que, reunidos en ‘think tanks’ y grupos de trabajo, han estado elaborando un nuevo programa de gobierno que se ocupa desde la atención médica hasta la educación y las pensiones. Una de sus conclusiones, con la que los seis partidos a los que representa están de acuerdo, es en que la constitución de 2011, redactada solo por Fidesz , así como las muchas leyes ‘cardinales’ impulsadas por Orban con su mayoría de dos tercios, tendrán que ser derogadas. Sin embargo para ello sería necesario que alcanzasen en las próximas elecciones una mayoría de dos tercios, todavía lejos de su alcance.

Tampoco está claro cómo se pondrán de acuerdo para gobernar juntos partidos que van desde la extrema derecha a la izquierda extremista. Marki-Zay, sin embargo, resta importancia a este obstáculo: «Viktor Orban tuvo la amabilidad de obligarnos a trabajar juntos. Así que, en ese sentido, la oposición estará mucho mejor preparada para asumir el control que en 1990».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación