La oposición checa logra un acuerdo para desalojar a Babis del Gobierno
Tras salir de la UCI, el presidente Milos Zeman encarga a Petr Fiala, líder del Partido Democrático Cívico, la formación de un nuevo Ejecutivo
El parte médico del presidente de la República Checa , Milos Zeman , desbloqueó anoche finalmente la formación de gobierno, tras las elecciones celebradas hace ya más de un mes. Zeman, que sufre una enfermedad hepática crónica e ingresó en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Militar de Praga la misma noche electoral, abandonó ayer la UCI y pasó a planta, desde donde hizo sus primeras declaraciones públicas desde los comicios y anunció que encargará la formación de gobierno al ganador, Petr Fiala.
Por tratarse de un hombre de confianza del jefe de Gobierno saliente, Andrej Babis , que perdió las elecciones por un estrecho margen de votos, se temió durante semanas que hubiese una maniobra detrás de esta hospitalización que bloqueaba el proceso de formación de gobierno, pero en la entrevista concedida desde la cama del hospital a la cadena de radio 'Frekvence 1' Zeman dijo también que Babis no tiene interés en repetir en el cargo , lo que allana finalmente el camino a Fiala.
El pasado 19 de octubre, el Senado checo había iniciado el procedimiento para inhabilitar a Zeman, dado que su estado de salud le impedía cumplir con sus obligaciones en la Presidencia y los responsables de la demanda no han aclarado todavía si el procedimiento será interrumpido. Según el parte médico, sus problemas de hígado disminuyen a sus 77 años la capacidad del presidente checo para absorber alimentos y líquidos. Lo que sí está ya claro es que hay un acuerdo de cinco partidos políticos para formar una coalición de gobierno encabezada por Fiala, líder del Partido Democrático Cívico, y en el que, además de la conservadora SPOLU estaría también la alianza liberal que forman el Partido Pirata y el partido Alcaldes Independientes (STAN).
Este gobierno contaría con 108 de los 200 escaños que componen el Parlamento checo. Babis, cuyo partido ANO ha gobernado la última legislatura en coalición con los socialdemócratas y el apoyo en las votaciones parlamentarias de los comunistas, está valorando la posibilidad de retirarse de la política. Sobre el magnate agroindustrial pesan sospechas de fraude en la gestión de los fondos europeos y varios casos de conflicto de intereses.
Desalojar a Babis
Fiala es un historiador y politólogo de 57 años que ha conseguido reunir una coalición de amplio espectro unida únicamente por el deseo de desalojar a Babis del poder. Su programa de gobierno prevé aumentos de pensiones y salarios públicos , un programa de contención de la deuda y una revisión de las relaciones con Rusia y China, para mitigar los conflictos y aumentar la sociedad comercial con estas dos potencias.
En el acuerdo de coalición al que ha llegado con sus socios, el Ministerio de Exteriores queda en manos del Partido Pirata, un nombramiento que tensará seguramente las relaciones de la República Checa con sus vecinos del Grupo de Visegrado, bloque del que Praga viene formando parte junto con Polonia, Hungría y Eslovaquia. Si bien Fiala se ha sumado con frecuencia al contenido y al tono de las declaraciones del Grupo de Visegrado, el Partido Pirata es un tradicional censor del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán . En la conversación previa que el presidente Zeman mantuvo con Fiala, dio el visto bueno a la coalición, pero se reservó el derecho de aprobar o rechazar su lista de ministros. Ambos esperan que el nuevo gobierno pueda tomar posesión antes de Navidad. «Renovamos la tradición de una política exterior haveliana, incluido el apoyo a la cooperación y el desarrollo», dice el texto del acuerdo, en una referencia a la política de Václav Havel.
Las negociaciones para formar coalición se han prolongado durante cuatro semanas y han fijado doce prioridades de gobierno, entre las que destaca el freno a la deuda, que desde 2019 ha pasado del 30% del PIB al 50%, debido a los esfuerzos del Estado por mitigar los efectos de la parálisis económica a la que forzó la pandemia. Además del déficit fiscal, que superará a finales de año el 7%, se enfrenta a una elevada inflación y a una nueva ola de coronavirus que está haciendo aumentar las tasas de contagios en el territorio. Fiala quiere que Bruselas reconozca la energía nuclear como energía limpia y prevé instalar paneles solares en 100.000 casas durante la presente legislatura.
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