El Ocean Viking pide a Europa que se sitúe «a la altura de sus principios»
El barco, con 356 personas, lleva doce días en el canal de Sicilia a la espera de un puerto donde desembarcar
«Nuestra prioridad es desembarcar a estas personas en un puerto seguro. Somos un barco de emergencia y no tenemos la capacidad para atender médica y psicológicamente a tantas personas durane un tiempo tan prolongado», dice a bordo del Ocean Viking Hannah Wallace, de Médicos sin Fronteras, «no sabemos cuántos días más podremos seguir así».
El barco lleva doce días en el canal de Sicilia , a la espera de un puerto donde desembarcar a 356 personas recogidas en cuatro operaciones de rescate marítimo entre el 9 y el 12 de agosto. «Se ha proporcionado hidratación, alimentos y mantas, se ha ofrecido información sobre su situación, que sigue siendo de alta incertidumbre, y se les presta primeros auxilios psicológicos, además de gestos de humanidad para tratar de restaurar su dignidad», describe desde tierra el presidente de la ONG, David Noguera , que solicita que Europa, «como referente de Justicia y Derechos Humanos, propicie un desembarco seguro y permita que estas personas puedan presentar su demanda de asilo para que las autoridades competentes establezcan si es pertinente o no».
El Ocean Viking no recibe suministros y está racionando el agua y los alimentos , a medida que la situación a bordo se va haciendo más crítica. La mayoría de los rescatados comparte espacio en cubierta, donde se han habilitado zonas de sombra, y duermen sobre el suelo. Están siendo tratados mareos, hipotermia y quemaduras por el combustible, así como infecciones cutáneas y respiratorias, e incluso heridas de guerra. «Estamos a tope, la tripulación está cansada. Hay tensiones y hacemos todo lo posible por explicarle a la gente la situación, pero es muy difícil hacerlo cada día porque no sabemos cuánto tiempo seguiremos así ; cada día hemos de trabajar en esto, y se trata de personas de diferentes nacionalidades y culturas», describe uno de los tripulantes perteneciente a SOS Mediterranée, organización que opera el barco de bandera noruega junto con Médicos sin Fronteras. «El trauma que experimentan no suele estar asociado a un solo hecho», destaca por su parte Stephanie , responsable del equipo médico en el barco, sino que «a menudo es el resultado de una acumulación de situaciones a las que han estado expuestos desde que eran niños y huyeron con sus familias, a las que en la mayoría de los casos han perdido por el camino».
«Se trata sobre todo de personas que han sufrido sucesos muy traumáticos en Libia y en Siria, que son lanzados al mar por las mafias sin lo mínimamente necesario», explica Noguera, «y como presidente de Médicos sin Fronteras jamás voy a sentarme a negociar si a estas personas hay que rescatarlas del mar o no, porque se tiren descaradamente al agua, no estoy dispuesto a que demos ese enorme paso atrás como sociedad. Entendemos que es una situación compleja, pero la capacidad existe y todo lo demás es dejarse llevar por discursos populistas y xenófobos».
El pasado 9 de agosto, el Ocean Viking solicitó un puerto a los centros de coordinación de salvamento de Italia y Malta. Malta le ha denegado incluso la posibilidad de repostar combustible y Roma no ha respondido. Cada día a bordo hace más insostenible la situación y la prioridad es este desembarco, aunque los rescatadores son conscientes de que no será una solución definitiva. «Es imprescindible que nos alejemos cuanto antes de casos puntuales como los que nos ocupan y busquemos un mecanismo coordinado, para que los rescates de estas personas tan vulnerables se realicen de forma segura y rápida, que los niveles de mortalidad desaparezcan y que Europa se sitúe a la altura de sus principios», sigue el responsable de la ONG, «los gobiernos europeos abordan cada caso de manera improvisada, no dan respuesta a la situación humanitaria, no parecen ser conscientes y ofrecen respuestas mediocres». Noriega aclara que «nosotros no hacemos nada ilegal, nos ampara tanto la Ley del Mar como el Derecho Internacional, los Derechos Humanos y la ética médica» y deja claro que «jamás me voy a sentar a negociar si hay que rescatar a gente en el mar o no, no estoy dispuesto a que nuestra sociedad de ese gran paso hacia atrás».
El ministro francés de Interior, Christophe Castaner , ha declarado que su Gobierno estaba trabajando «activamente» y «principalmente con Malta» para abrir un puerto, pero ni siquiera ha dejado claro si Francia está dispuesta a acoger «35 o 45» personas como en el caso de los rescatados por el Open Arms o impondrá otros criterios. Al mismo tiempo, los responsables del Ocean Viking hacen gestiones, tanto desde el barco como desde suelo europeo, y prefieren mantener la discreción. Una preocupación añadida es que ahora no hay ningún barco en la zona de rescate y pueden estar muriendo personas ahogadas «en este mismo momento».
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