Nuevos disturbios en la periferia de París, Lyon y otras ciudades francesas

En Beauvais (Oise), al norte de la capital, una patrulla policial, motorizada, fue atacada con tiros de mortero 'artificiales'

Policías franceses patrullan en Beauvais AFP

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Nuevos ataques de salvajismo violento e incendiario en la periferia de París, Lyon y Marsella, entre otras grandes y medianas ciudades, que no siempre se consiguen 'pacificar' con el envío de nuevas decenas y centenas de policías, gendarmes y anti disturbios.

En Beauvais (Oise), al norte de París, una patrulla policial, motorizada, fue atacada con tiros de mortero 'artificiales' la semana pasada, tras el incendio de coches y establecimientos. Las fuerzas del orden tardaron doce horas en restaurar un orden precario.

En Reims (Marne) un fotógrafo fue apaleado en un barrio de la periferia urbana, por intentar fotografiar el estado de degradación de varios barrios. La policía no ha conseguido detener a ninguno de las bandas de adolescentes y jóvenes agresores.

En el departamento de la Seine-Saint-Denis , la 'banlieue' de París, los enfrentamientos violentos entre bandas de adolescentes se cobraron varios muertos el mes de febrero pasado. Los especialistas del ministerio del interior estiman que en la periferia de París existen 46 bandas de adolescentes disputándose sus diversos 'territorios', con estallidos recurrentes de violencia, a sangre y fuego.

En la periferia de Lyon , tercera ciudad de Francia, en los pueblos y barriadas de La Duchères, Rilleux-la-Pape, Bron, la violencia, incendios, destrucción de vehículos y entradas de inmuebles, se han sucedido ininterrumpidamente desde el viernes pasado. Ante la impotencia aparente de las fuerzas del orden locales, Gérarld Darmanin, ministro del Interior, ordenó la tarde del sábado el envío de doscientos gendarmes, para prestar un 'apoyo inmediato' a la policía local.

En Lyon y su periferia, todas las autoridades locales deben llevar escolta de protección policial, víctimas del acoso permanente , en cuanto intentan desplazarse más allá de los barrios céntricos y acomodados.

Marsella , segunda ciudad de Francia, se convirtió hace años en una de las ciudades más violentas e inseguras de Europa. Y los conflictos suburbanos se prolongan indefinidamente, con nuevas 'modalidades': estallidos recurrentes de violencia de los 'hinchas' del club de futbol local y sus gestores.

Violencia agravada por la pandemia

La violencia creció en Marsella durante los diez primeros meses de la pandemia, y ha continuado creciendo de manera intermitente durante los últimos tres meses. Un colectivo de víctimas de la violencia suburbana organizó la semana pasada una 'marcha blanca' de protesta contra la criminalidad, reclamando justicia y seguridad. Con unos resultados muy modestos. El ministerio del interior ha enviado nuevos refuerzos policiales al gran puerto mediterráneo. Pero la violencia de los hinchas del club de fútbol local se ha transformado en una gangrena de nuevo cuño.

Véronique Blanchard, historiadora, comenta el proceso en curso de este modo: «La violencia suburbana siempre ha existido en la 'banlieue', la periferia de París. Sorprende, sin embargo, la propagación actual , quizá agravada por la pandemia, el coronavirus y sus consecuencias sanitarias y sociales».

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