La UE aún no cree en un acuerdo con Londres a pesar del bloqueo
Los Veintisiete aprueban sancionar a 40 responsables del régimen bielorruso
El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier , había publicado un comentario en las redes sociales al término de una semana de negociaciones con el Reino Unido diciendo que lo que prevalecen son los desacuerdos. Sin embargo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que estaba participando en la reunión del Consejo Europeo junto a los líderes de los Veintisiete, se mostró algo más optimista: «Cuando hay voluntad, hay una vía. Queremos un acuerdo porque creemos que es lo mejor en tanto que vecinos, sobre todo en tiempos de una pandemia que ha tenido un impacto económico devastador, pero no a cualquier precio». También la canciller Merkel salió de la cumbre europea con un mensaje optimista basado en el hecho de que «mientras sigamos negociando es posible un acuerdo».
Von der Leyen se entrevistará hoy por videoconferencia con el primer ministro británico, Boris Johnson , para tratar de hacer un resumen de la situación, después de que el jueves la Comisión hubiera enviado una carta de apercibimiento a Londres como primer paso de un procedimiento de infracción. La indicación más optimista sobre un posible acercamiento la han proporcionado los rumores de que las dos partes han decidido seguir negociando la semana que viene en Londres y la próxima en Bruselas, en lugar de dejar tiempo para que los equipos trabajen por separado.
Los líderes europeos se despidieron ayer hasta el próximo 15 de octubre, cuando volverán a reunirse para hablar del Brexit, entonces ya con todas las cartas sobre la mesa.
Más flexible
Por lo demás, la Cumbre logró acordar la decisión de imponer sanciones a una lista de cuarenta responsables del régimen bielorruso. La adopción de estas sanciones fue posible porque Chipre levantó el veto que mantenía en este debate, para apoyar sus reclamaciones de una respuesta enérgica contra las ambiciones de Turquía en su espacio marítimo. En este caso, los Veintisiete han preferido una posición más flexible, que incluye al mismo tiempo amenazas y alicientes para que Ankara cambie de actitud, pero sin llegar a mencionar expresamente la amenaza de sanciones como querían Chipre y Grecia.