Nicaragua lleva casi un mes sin ver a Ortega en plena crisis del Covid-19

Su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, ha asumido la comunicación oficial del gobierno en relación a la pandemia

Ortega y Murillo, a la izquierda, en una imagen de archivo AFP

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El presidente nicaragüense Daniel Ortega lleva casi un mes desaparecido. Concretamente, el mandatario sandinista no es visto en público desde el 12 de marzo, cuando participó en una reunión telemática del Sistema de la Integración Centroamericana en la que participaron otros dirigentes de la región para coordinar una respuesta a la crisis causada por el nuevo coronavirus (Covid-19). La otra vez que había sido en los últimos meses fue el 21 de febrero, cuando nombró al Jefe del Ejército.

La ausencia de Ortega y de Rosario Murillo , su esposa y vicepresidenta de Nicaragua, ha sido especialmente notoria el pasado viernes 3 de abril, cuando la Asamblea Nacional rindió un homenaje póstumo al diputado Jacinto Suárez , un histórico miembro del sandinismo y una de las personas más cercanas del presidente. El político, de 72 años, falleció el mismo viernes, pero el presidente no hizo acto de presencia durante el homenaje a Suarez, con quien compartió cárcel en los años setenta.

La escasa presencia pública de Ortega, de 74 años, ha desatado especulaciones sobre su estado de salud y ha puesto en duda su capacidad para manejar la crisis provocada por el avance del virus. Ante la ausencia de su marido, Murillo ha asumido la comunicación oficial del gobierno en relación a la pandemia en el país. Cada día, al mediodía, la vicepresidenta da un informe sobre la situación sanitaria.

Y es que N icaragua no ha tomado medidas excepcionales para intentar frenar el avance de la enfermedad. El gobierno de Ortega no ha decretado medidas de aislamiento social ni cerrado fronteras para frenar la llegada de personas del extranjero, al contrario, ha permitido que se organicen fiestas masivas y manifestaciones como la polémica o «Amor en tiempos de Covid», una marcha celebrada el 14 de marzo que fue alentada por el matrimonio con el objetivo de expresar solidaridad con todas las personas del mundo afectadas por la enfermedad. Ni Ortega ni Murillo acudieron.

Inquietud de sus vecinos

La inacción del gobierno nicaragüense está comenzando a inquietar a sus vecinos centroamericanos. Así, autoridades de Costa Rica anunciaron este domingo que evalúan posibles qué acciones internacionales se podrían tomar para que el gobierno sandinista actué para detener la pandemia.

Los dos vecinos gozan de una estrecha relación comercial, sin embargo, Costa Rica ha declarado el estado de emergencia tras registrar 454 contagios y dos muertes por coronavirus, mientras que en Nicaragua las cifras oficiales indican que sólo hay seis infectados y un fallecido, por el momento.

Ortega enfrenta una fuerte oposición social desde que en abril de 2018 surgieron una serie de manifestaciones pacíficas en contra de una reforma de la Seguridad Social. La Organización de Estados Americanos estima que han muerto más de 325 personas a causa de la violencia empleada por la policía nicaragüense para poner fin a las manifestaciones. Ortega es presidente desde 2007 y podrá presentarse a las próximas elecciones, previstas para finales de 2021.

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