Nicaragua va camino de convertirse en otra Venezuela, según la ONU

Tras cuatro meses de revueltas ya van más de 300 muertos, 2.000 heridos y cientos de presos políticos

Un hombre ondea la bandera nicaragüense en Managua EFE

ABC

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein , ha advertido que Nicaragua puede tener un futuro similar al de Venezuela si no se detiene la represión contra la ciudadanía y se libera a los manifestantes detenidos.

«Debe haber un cambio de actitud porque de lo contrario las condiciones con el tiempo se asemejarán a lo que vive Venezuela, con una economía debilitada», ha dicho Zeid a la prensa, a la que comentó algunas de las situaciones más preocupantes de derechos humanos en el mundo. «Debe liberare a quienes nunca debieron ser detenidos por ejercer su derecho a reunirse pacíficamente», ha agregado el alto responsable de la ONU, quien dentro de dos días entregará el testigo a su sucesora, la expresidenta de Chile Michelle Bachelet.

Este miércoles se ha publicado un informe que denuncia la represión y las represálias contra los manifestantes que han salido a las calles de Managua y otras muchas ciudades a lo largo de todo el país.

La violenta respuesta de Daniel Ortega ha sumado más de 300 muertos y más de 2.000 heridos, siendo la mayoría hombres menores de 30 años, lo que refleja el perfil medio de los manifestantes, entre los había estudiantes universitarios y jóvenes profesionales.

Las revueltas comenzaron el 18 de abril cuando lo que empezó como una queja ciudadana para la reforma de las pensiones, se ha convertido en la mayor crisis que vive el país centroamericano desde la década de los ochenta con Somoza.

Cuatro meses de infierno

El informe publicado por el Alto Comisionado distingue en tres fases la crisis nicaragüense: en la primera fase de la crisis, la Policía y algunos elementos armados progubernamentales reprimieron las protestas, mientras que en la segunda fase de «limpieza», de mediados de junio a mediados de julio, policías y elementos armados progubernamentales, incluidas las denominadas «fuerzas de choque» y las turbas, desmontaron violentamente las barricadas y los tranques (técnica que han utilzado los manifestantes para bloquear las carreteras).

Además, según el informe, militantes del gobernante Partido Sandinista , funcionarios del Gobierno y miembros de las fuerzas de seguridad (en particular, de la Policía Nacional), fueron agredidos y murieron 22 agentes. «El grado de brutalidad de algunos de estos episodios, que incluyeron quemaduras, amputaciones y profanación de cadáveres, ilustra la grave degeneración de la crisis», subraya el texto, que reclama que se investiguen también estos abusos.

L a Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció desde el inicio de la crisis en Nicaragua, el pasado abril, la represión, en particular la participación de grupos de tipo paramilitar y sus ataques sin motivo contra los manifestantes.

Zeid ha dicho que deben ejercerse rápidamente presión a nivel regional e internacional sobre el Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega , porque las denuncias y declaraciones de la ONU no son suficientes. «Si (se trata de gente que) se prepara para atacar jóvenes estudiantes no van a escuchar o dejarse persuadir por un funcionario de la ONU», ha explicado.

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