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Nemo, el perro de Macron, orina durante una reunión de ministros en el Elíseo
Los presentes rompieron a reír tras la micción del labrador en una chimenea de la habitación donde se encontraban
El pasado mes de agosto, el presidente francés Emmanuel Macron presentó a un nuevo miembro de la familia que se había instalado en el Palacio del Elíseo. Se trataba de Nemo, un perro labrador entre uno y dos años edad , adoptado en un refugio de la Sociedad para la Protección de los Animales (SPA).
Ahora Nemo se ha convertido en el protagonista de una de las últimas reuniones de gabinete del presidente Macron, cuando decidió orinar en la chimenea de la estancia donde tenía lugar la reunión, ante la perplejidad de los presentes.
Macron se encontraba en ese momento con Benjamin Griveaux, ministro de Economía; Julien Denormandie, de Cohesión Territorial; y Brune Poirson , de Ecología manteniendo una reunión sobre inversiones.
«Está haciendo algo bastante excepcional», comentó Macron a su gabinete tras percatarse de lo que había sucedido. «¿Pasa a menudo?», pregunta el ministro Denormandie a continuación. «No», responde Macron, y agrega, entre risas: «Ha desencadenado un comportamiento totalmente inusual en mi perro ».
Nemo sustituyó en el Elíseo a Philae, un joven perro labrador que fue regalado en diciembre de 2014 al presidente François Hollande por la Federación de Veteranos de Montreal, y que se marchó con el expresidente el pasado mes de mayo.
Durante 50 años, todos los presidentes franceses han tenido un perro en el Elíseo, que tiene amplios jardines. Y la mayoría ha elegido un labrador, de carácter más bien tranquilo.
No es la primera vez, que una mascota presidencial hace travesuras en la residencia oficial. Durante el mandato de Sarkozy se gastaron varios miles de euros en restaurasr mobiliario y alfombras dañadas por su perro.
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