Negativa de las familias al traslado de los suyos a otros hospitales en Francia

Serge Reeg fue uno de esos pacientes a los que subieron a un tren de alta velocidad para trasladarlo del saturado hospital de Estrasburgo al de Nantes. Era marzo del año pasado. Su mujer cuenta que no fue algo opcional, pero, a pesar de la distancia pensó que iba a estar mejor cuidado en un centro sanitario menos colapsado.  La presión sanitaria es en Francia, un año después, casi tan elevada como durante la primera ola. Con más de 5700 pacientes en UCI, rozando los 7 mil de 2020. El fin de semana pasado, este médico propuso trasladar a cuatro pacientes con covid a hospitales de otras regiones para facilitar la ocupación de camas.Las familias de esos cuatro pacientes se negaron. La incapacidad para trasladar a los pacientes priva a los administradores de salud pública de una válvula de seguridad vital para manejar la presión sobre el sistema de salud. Fue algo que también contribuyó a que el presidente Macron tuviera que ordenar el tercer cierre que se había esforzado por evitar.