Una nariz rota, un escupitajo y un tartazo, entre algunas de las agresiones a figuras políticas
Emmanuel Macron, que ha sido abofeteado durante una vista en el sur de Francia, no es la única autoridad pública que sufre un incidente de este carácter
El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron , ha sido abofeteado durante una visita en Tain-l'Hermitage , una localidad en el sureste de Francia. Este hecho, que puede llegar a parecer aislado, evidencia que los principales mandatarios del mundo están expuestos a sufrir incidentes de este calibre.
Zapatazo a Bush
El periodista iraquí Muntazer al Zaidi durante una conferencia de prensa en Irak tiró sus zapatos al entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush , en diciembre de 2008. Bush intentó esquivarlos y uno acabó impactando sobre la bandera estadounidense.
Puñetazo a Rajoy
En diciembre del año 2015, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , durante un paseo por Pontevedra, fue agredido por un joven de la localidad. Este le propinó un puñetazo que terminó rompiendo las gafas del expresidente.
Agresión a Berlusconi
Silvio Berlusconi , entonces primer ministro italiano, fue agredido durante un mitin en la plaza del Doumo en Milán. Un hombre le lanzó una estatuilla de la catedral de Milán en plástico y yeso que impactó en su cara, rompiendole la nariz y un diente.
Escupitajo a Bachelet
Durante un acto de campaña, la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet , en mayo de 2013, recibió un escupitajo en la cara. Segundos después, uno de los escoltas golpeó en el rostro al autor y más tarde fue reducido y detenido.
Ruiz Mateos vs Boyer
En 1989, el entonces ministro de Hacienda Miguel Boyer y el empresario José María Ruiz-Mateos protagonizaron un tenso encuentro a las puertas de los juzgados madrileños. «Mariconazo», «cretino» e «impostor» son algunas de las palabras que el empresario le dedicó al exministro, hasta que finalmente le gritó «¡Que te pego, leche!».
Tartazo a Barcina
En octubre del año 2011, tres personas arrojaron tres tartas a la entonces presidenta de Navarra, Yolanda Barcina , mientras asistía a una reunión de trabajo en Toulouse (Francia).