La música democrática vuelve a Burkina Faso

El país africano celebra elecciones presidenciales tras 27 años de gobierno de Blaise Compaoré

Roger Bihoun, antiguo miembro de Missile Band, junto a la Asamblea Nacional. El edificio fue destruido durante las protestas de octubre de 2014

EDUARDO S. MOLANO

Cuando en octubre de 2014 un levantamiento popular en Burkina Faso derrocó al presidente Blaise Compaoré, que para entonces había ocupado el poder durante 27 años y quería extender su reinado, Abdoulaye Cisse se lanzó a las calles de la capital, Uagadugú, en reconocida efervescencia.

Cisse, eso sí, no era un manifestante cualquiera. Durante los años 80, él y Compaoré fueron miembros de la misma banda de jazz. Y junto a ellos se encontraba Thomas Sankara.

«Sankara era un buen músico de jazz, pero Compaoré solo sabía cantar» , asegura a ABC con sorna Cisse, acerca de los tiempos felices en los años 80 cuando los tres compartieron el escenario.

Apodado el «Che Guevara de África», Sankara fue un militar y revolucionario marxista que en 1983 asumió la presidencia de Burkina Faso tras un golpe de Estado . Gracias a su retórica anti-imperialista y a un ambicioso programa social y económico, rápidamente se convertiría en un icono del panafricanismo.

Lo que mucha gente no sabe es que Sankara fue también un habilidoso guitarrista de jazz que fundó varias bandas de música. En una de ellas -Tout à Coup Jazz-, Sankara, Cisse y Compaoré compartieron escenario.

«El gobierno de Sankara era consciente de que la música servía de herramienta para el desarrollo cultural y promover la revolución» , afirma Cisse, que disfrutó de la fama en los años 70 con su banda «Les Vautours» (Los Buitres).

No obstante, la ambición de poder fue más fuerte que la camaradería de jazz. El 15 de octubre de 1987, Compaoré lanzó una asonada contra su antiguo compañero de armas. Ese mismo día Sankara sería asesinado. Fue el comienzo de 27 años de silencio.

«(Los años de Compaoré) fueron muy difíciles para la gente en Burkina Faso» , recuerda a este diario Roger Bihoun, ex miembro de los Missile Band, otro de los grupos de música creados por Sankara.

«Vivíamos con muy poco», añade el músico sexagenario, que ahora va de concierto en concierto en una bicicleta destartalada.

Finalmente, en octubre de 2014, el presidente Compaoré abandonó el gobierno tras ser acorralado por un levantamiento popular. El detonante de la revuelta fue la decisión del político de extender su mandato, que se prolongó durante 27 años. A día de hoy, Burkina Faso ocupa el puesto 181 de 187 en términos de desarrollo humano y su PIB per cápita es uno de las más bajos del mundo.

Candidatos del antiguo régimen

Ahora, no obstante, vuelve la música democrática. Este domingo, Burkina Faso celebra elecciones presidenciales como punto final al proceso de transición abierto en octubre de 2014, tras la marcha del exmandatario Compaoré.

Entonces, su abandono forzado después de 27 años al mando de Burkina Faso desembocó en un Gobierno de transición liderado por Michel Kafando, antiguo ministro de Asuntos Exteriores y embajador ante las Naciones Unidas, quien se convertía en nuevo presidente interino. Terminado el periodo de transición, entre los principales candidatos en los comicios de este domingo se encuentran Roch Marc Christian Kaboré, antiguo primer ministro, o Zephirin Diabre, exministro de Finanzas .

En realidad, la llamada a las urnas estaba prevista para el pasado 11 de octubre. Sin embargo, en septiembre, un (nuevo) pronunciamiento militar lanzado, en esta ocasión, por la guardia presidencial leal a Compaoré reabría la caja de Pandora.

Precisamente, finalizada la revolución de octubre, el mayor temor era que la antigua clase dirigente regresara al poder. Para estos comicios, el Tribunal Constitucional habían vetado la participación en los sufragios de hasta 40 políticos de la antigua vieja guardia del régimen.

Por ello, desde el comienzo, la población dio la espalda al nuevo golpe. En la ausencia de un líder de la oposición clara, los manifestantes desfilaron bajo la imagen de Sankara. En las calles se escuchaba «La patrie ou la mort, nous vaincrons!» , el icónico lema del Gobierno de Sankara. El pronunciamiento militar solo duró unos días y la guardia presidencial acabaría entregando las armas.

«Sankara era un ser especial. Siempre será parte de nuestra historia», reconoce Pascal Ouédraogo Kayouré, quien enseñó al «Che africano» a tocar la guitarra en los años 70.

Casi tres décadas después de su muerte, el espíritu de Sankara parece más vivo que nunca en Burkina Faso. Ahora, tras 27 años de espera, la música de la democracia resuena de nuevo en las calles.

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