fallece Théoneste Bagosora
Muñidor del genocidio ruandés
Théoneste Bagosora pasó oficialmente a la reserva del Ejército ruandés con el rango de coronel el 23 de septiembre de 1993. Sin embargo, permaneció como director del Gabinete del ministro de Defensa hasta el 14 de julio de 1994, día en que huyó de Kigali hacia Goma, antes desaparecer hasta su detención año y medio más tarde. Esta precisión cronológica es esencial para entender su implicación en el gestación y posterior puesta en marcha del genocidio de 1994. Implicación que no hubiera sido posible de no haber formado parte, desde principios de los noventa, del ‘Akazu’, el círculo de poder que rodeaba al presidente Juvenal Habyarimana y a su mujer, la primera dama Agathe Kanziga, referente del ala más radical del régimen. Todos sus integrantes pertenecían a la etnia hutu. La creciente tensión entre estos últimos y los tutsis hizo que ya en 1992 se pergeñase –con la activa participación de Bagosora– un plan de «autodefensa civil» encaminado a intensificar el acoso hacia la etnia rival. El enfrentamiento civil era ya inevitable.
Tan engrasado estaba el plan que en la noche del 6 al 7 de abril de 1994, minutos después del magnicidio de Habyarimana, Bagorosa se opuso con éxito a que el poder fuera asumido por la primera ministra Agathe Uwilingiyimana, tal y como había sugerido Naciones Unidas. Bogosa no se paró en barras: en la mañana del 7 impidió que Uwilingiyimana emitiese un mensaje radiofónico para pedir calma a la población. Acto seguido, ordenó su asesinato. También reservó la misma suerte a diez cascos azules belgas: unos fueron golpeados con machetes y otros fueron ejecutados por un pelotón. Era su manera de invitar a Naciones Unidas a marcharse de Ruanda. Así las cosas, inspiró –sin encabezarlo– el «gobierno interino», encargado de desencadenar un genocidio que se saldó con un balance, en apenas cien días, de 800.000 muertos.
La gran mayoría eran, por supuesto tutsis, si bien tampoco se puede obviar a las víctimas pertenecientes al sector moderado de los hutus. Dato importante, pues una nota desclasificada de la Dgse, siglas de la agencia de inteligencia exterior francesa apunta a Bagorosa como uno de los comanditarios –el otro era el ex jefe del Estado Mayor, general Laurent Serubuga– del atentado contra Habyarimana. El móvil, siempre según la Dgse, sería el resentimiento de ambos para con otros próceres del régimen. Esta versión siguen generando división de opiniones entre expertos y demás investigadores. Sea como fuere, menos de un año después de su captura, compareció ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, acusado de trece cargos. Al final fue condenado a cadena perpetua por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra: fue Bagorosa quien entregó armas y quien ordenó a soldados hutu asesinar en masa a tutsis y a hutus moderados, matar a la primera ministra, a los soldados belgas, al presidente de la Corte Constitucional y a varios opositores.
José María Ballester Esquivias