Mujeres e inmigración, las armas de doble filo de Trump

A pesar de su discurso populista, la madre del aspirante a la Casa Blanca así como dos de sus tres esposas nacieron en el extranjero

Donald Trump posa junto a su familia durante una aparición en televisión el pasado abril  REUTERS
Cristina Veganzones

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El empresario estadounidense Donald Trump anunciaba en junio de 2015 su carrera a la candidatura de la Casa Blanca arropado por el Partido Republicano, uno de los partidos más importantes de los Estados Unidos. Pero lo que empezó como una broma de mal gusto, un espectáculo televisivo al estilo de su reality show «The Aprendice», es más que nunca una realidad después de quedarse sin rivales tras la retirada del senador de Texas , Ted Cruz.

El excéntrico multimillonario, más conocido por sus apariciones en televisión, sus mujeres despampanantes y comentarios controvertidos, ha barrido a todos sus rivales del Partido Republicano. Su polémico discurso de levantar muros ha calado en los miedos de la población blanca mejor que ningún otro candidato.

A pesar del discurso antiinmigración del aspirante a la Casa Blanca, su madre fue inmigrante escocesa . Y dos de sus tres mujeres también lo fueron cuando llegaron por primera vez a Estados Unidos: Ivana, su primera esposa, era checoslovaca, y la actual, Melania, nació en Eslovenia.

¿Cómo se explica tal paradoja? «El discurso de Trump está dirigido principalmente contra México y China, el gran competidor de Estados Unidos en los últimos tiempos. No contra Europa», explica Carlos Parrondo Izquierdo, del Colegio de Politólogos de Madrid. «Es blanca y europea. Si fuera latinoamericana destacaría más. La mujer de Obama ha sido más llamativa en ese aspecto». Además, Melania cumple los requisitos de la « cultura anglosajona, blanca y protestante ». A los que se les conoce como «WASP» –acrónimo en inglés de «White, Anglo-Saxon y Protestant».

«No supone ninguna contradicción. Se trata de una comunicación negativa de sus adversarios, porque él defiende la inmigración legal y su mujer llegó con contrato de trabajo», valora Rubén Tamboleo García, politólogo e investigador de la Universidad Complutense de Madrid. Y así es, la potencial primera dama siempre ha remarcado que ella siguió la ley: « Nunca pensé estar aquí sin papeles ».

El aspirante a la Casa Blanca y Melania Trump tras el debate de la cadena Fox AFP

Una modelo como primera dama

Seria y discreta, su forma de ser contrasta con la arrogancia y el atrevimiento de su marido. Sin embargo, Melania ha dejado claro en más de una ocasión que es de «piel dura», como Trump. Ser «sexy» no le impide ser a la vez una mujer tradicional . Se define a sí misma como «madre a tiempo completo». A pesar de su diferencia de edad de 24 años, la pareja lleva desde 2005 casada.

Su esbelta figura delata sus orígenes de Europa del Este. Melania nació en la ciudad de Melanija Knavs, en Eslovenia, en 1970, cuando el país era parte de la antigua Yugoslavia. Se introdujo en el mundo de las pasarelas a la edad de 16 años impulsada, en parte, por su madre, quien había estado ligada a la industria de la moda. Su padre trabajaba en el sector de las ventas y tras la independencia creó su propio negocio. Dos años más tarde se trasladó a Milán al ser fichada por una agencia de modelos de esta ciudad. Luego desfiló en París, y en 1996 su exitosa carrera le llevó a aterrizar en los Estados Unidos . Durante sus primeros años combinó su trabajo con los estudios de diseño y arquitectura.

En la ciudad de los rascacielos comenzó a posar para las revistas femeninas más importantes. Llegó a ser la protagonista de portadas como «Vogue», «Glamour» o «Vanity Fair» . Dos años después de haber pisado suelo estadounidense, Melania y Trump se cruzaron por primera vez en una de las fiestas de la «New York Fashion Week». El multimillonario se separó al año siguiente de su entonces esposa, la actriz Marla Maples –que también había sido modelo–. En 2005 se casaron, pero no sin antes firmar un acuerdo prematrimonial por condición de Trump. Al año siguiente tuvieron a su hijo Barron, que hoy tiene nueve años. Desde entonces Melania cambió las pasarelas por el emprendimiento. Dirige su propia marca de joyas que lleva, y hace poco ha estrenado una línea de cosméticos.

Trump, durante un discurso. Detrás su mujer, su hija Ivanka y el esposo de esta REUTERS

Hasta ahora ha permanecido en un segundo plano durante la campaña política de su marido. Siempre presente, pero sin alzar la voz. El mismo Trump ha llegado a decir que su mujer tendría un papel «muy tradicional» en la Casa Blanca; que sería « la nueva Jackie Kennedy ».

Su pasado como modelo –llegó a posar desnuda para la revista «GQ»– no tendría por qué perjudicarla. «Le beneficia porque controla los medios de comunicación y la puesta en escena. En eso recuerda mucho a Nancy Reagan, que era actriz. Sería ese tipo de primera dama», dice Tamboleo. «Es un problema mayor el hecho de que no haya nacido en Estados Unidos». Además, Trump focaliza toda la atención. «No mantiene la corrección política, dice las cosas como las piensa. Acapara tanto, que algo así no tendría importancia», asegura Parrando. « Tendría un papel representativo, de ama de casa, muy tradicional ».

Cabeza de familia

Trump representa uno de los principios fundamentales del partido republicano: la familia. En todas sus campañas, el aspirante ha estado acompañado de sus descendientes –en total tiene cinco hijos y más de ocho nietos–. Ivanka , de 34 años, hija del primer matrimonio, es una de las que siempre le acompaña. Actualmente es la vicepresidenta ejecutiva de Adquisiciones y Desarrollo en la empresa familiar y todo apunta a que será la heredera en la dirección del imperio de Trump.

«Aunque sea divorciado, se ha presentado como una familia unida. Todos han estado muy implicados», asegura Tamboleo. «Eso le ha proporcionado una imagen no solo de empresario de éxito, sino también de cabeza de familia ». De hecho, es una de las claves principales entre sus votantes. «Hay muchos hispanos que se sienten identificados en ese aspecto», afirma.

El candidato junto a su mujer, su hijo Barron y la familia de su primogénito, Trump junior ABC

Ivana , nacida en la extinta Checoslovaquia, llegó a ser campeona de esquí en el país comunista y también modelo. Acababa de divorciarse cuando conoció a Trump en Nueva York. Se casaron en 1977 y tuvieron tres hijos: Donald John, Ivanka y Eric. Durante los años 80, Ivana fue vicepresidenta de Diseño de Trump Organization, encargándose de la decoración de los rascacielos más distintivos de la compañía. Sin embargo, la infidelidad de su marido con la entonces miss Marla Maples –la que sería la segunda esposa del magnate–, precipitó la separación, de la que Ivana salió muy bien parada. Recibió 25 millones de dólares , cinco anuales de pensión alimenticia, la mansión familiar en Connecticut, la «casita» de veraneo en Palm Beach (Florida), todas las joyas, así como un millón de viviendas sociales.

De aquella batalla Trump salió escarmentado, lo que explica que sus dos siguientes matrimonios vinieran acompañados de un acuerdo prematrimonial. Aún así la reconciliación llegó con el tiempo. Ivana coincide con su exmarido acerca de los extranjeros: «Si vienen legalmente y con un trabajo decente... necesitamos inmigrantes. ¿Quién va a pasar la aspiradora y limpiar nuestras casas? », dijo para la revista «The New York Post».

La historia personal de Donald Trump demuestra que las mujeres son su debilidad. Y, sin embargo, estas son su mayor obstáculo para alcanzar la presidencia . Sus frases misóginas han provocado el rechazo de gran parte del electorado femenino. De Hillary Clinton retuiteó: «Si no pudo satisfacer a su marido, ¿cómo va a satisfacer a Estados Unidos?».

El sexo femenino supone la mitad de sus votantes potenciales, especialmente la de las mujeres casadas, que tradicionalmente son un colectivo más próximo al voto conservador. En una encuesta de la CNN de finales del mes de marzo reflejaba que el 73% de las votantes estadounidenses (39% de las republicanas) tienen una imagen negativa de él. «No importa qué escriben los medios acerca de ti, mientras tengas un joven y bello culo a tu lado», expresó ya en 1991 para la revista «Esquire».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación