Una mujer taxista en Damasco lucha por combatir los estereotipos

Las miradas de sorpresa no entienden de género cuando esta mujer taxista coge a algún cliente en la calles de Damasco.Hombres y mujeres suben al coche de Kinana al -Bunni esperando a otra persona, ya que la creencia que más predomina en el país es que las mujeres no saben conducir.Pero esta taxista lleva diez años conduciendo entre Damasco y Beirut, llevando gratis a sus amigos. Cuando la frontera se cerró para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus, comenzó entonces a trabajar para una empresa privada de taxis.-Redacción-Kinana es madre soltera y su objetivo no solo es poder sacar a su familia adelante, quiere cambiar los prejuicios que rodean a las mujeres conductoras. Una discriminación que ella misma sufrió en primera persona cuando su familia se opuso a la idea de conducir por miedo al rechazo de la sociedad.Con el apoyo de sus amigos más cercanos, logró superar los obstáculos iniciales y ahora sueña con tener su propia empresa de taxis.