Muere por Covid-19 el negociador jefe palestino, Saeb Erekat

Cisjordania vive el primero de los tres días de luto decretados por la muerte de Saeb Erekat . El funeral del jefe negociador palestino y secretario general de la Organización para la Liberación de Palestinas (OLP), fallecido a los 65 años a causa del coronavirus, se celebrará en la Muqata y desde Ramala el cuerpo será conducido a Jericó, el lugar donde residía. Esta será la despedida de este «luchador« y «gran guerrero» por la paz que «lideró las duras negociaciones por la defensa de Palestina», declaró el presidente Mahmoud Abbas. Una lucha cuya última parada antes de ser ingresado debido al coronavirus fue la dura crítica a Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahrein por normalizar sus relaciones con Israel.

Erekat, formado en Estados Unidos y Reino Unido, comenzó su rol como negociador en la Conferencia de Madrid de 1991 , y desde entonces tuvo un papel importante en los Acuerdos de Oslo, Camp David o Taba. Era muy cercano a Yaser Arafat y, tras su muerte, Abbas siguió confiando en su papel al frente de la negociación. Aunque era un firme defensor de la solución de los dos Estados, el avance imparable de la ocupación y el estancamiento del proceso de paz le llevaron a proponer la posibilidad de establecer «un solo estado democrático y secular, con igualdad de derechos para judíos, musulmanes y cristianos». Esta fue la alternativa del Doctor Saeb, como se le conocía, para intentar frenar el status quo que definía como «un estado con dos sistemas, un caso claro de apartheid».

Tras el relevo en la Casa Blanca y la llegada de Joe Biden al poder, los palestinos buscan alternativas para llenar el gran vacío que deja Erekat y volver a tender puentes con Washington. Hanan Ashrawi le despidió con un mensaje en las redes sociales el que destacó que era «inquebrantable en su búsqueda de una paz justa, de la libertad y los derechos de los palestinos». El papel de dirigentes de la OLP como ella será clave para mantener el camino abierto por Erekat y, de paso, superar las eternas diferencias internas dentro de la cúpula palestina.

Superó un infarto y un trasplante de pulmón, pero no pudo con el coronavirus, contra el que luchó durante tres semanas en la unidad de cuidados intensivos en el hospital Hadassah de Jerusalén. Cuando su estado comenzaba a ser delicado, tuvo tiempo de enviar un mensaje a la ex ministra de Exteriores de Israel y amiga personal, Tzipi Livni, en el que escribió: «No he terminado aquello para lo que había nacido» , según desveló la política israelí. Después de más de tres décadas entregado a la búsqueda de la paz por medio de la negociación y la diplomacia, murió sin ver su sueño hecho realidad.