Morales se aferra al poder y se niega a la segunda vuelta
El secretario general de la OEA advierte a Bolivia de que debe aceptar como vinculantes los resultados de una auditoría
Entre graves acusaciones de fraude por el recuento electoral, el gobierno de Evo Morales se negó ayer a ceder ante las peticiones de la Organización de Estados Americanos y se negó a ir directamente a segunda vuelta en los comicios en Bolivia. Dos emisarios de Morales, el canciller Diego Pary y el ministro de Justicia Héctor Arce, comparecieron ayer ante la sede de la OEA en Washington para defender la legitimidad de un proceso electoral que según la misión de observación de ese mismo organismo multilateral ha estado plagado de irregularidades.
«En la presente elección hay un ganador, que es Evo Morales, que tiene más de un 10% de votos que el siguiente candidato, según los resultados. Esto no es un empate, es una victoria de un candidato», dijo el ministro Arce en su comparecencia ante el Consejo Permanente de la OEA en Washington. Según dijo, con el 99,16% de papeletas escrutadas, Morales tiene el 46,96% de los votos y el expresidente Carlos Mesa, el 36,59%. Según la ley boliviana, no es necesario ir a segunda vuelta si el ganador tiene más del 40% de votos y saca más del 10% a quien le sigue.
Los dos ministros bolivianos defendieron el sistema electoral de su país y dijeron que no hay ninguna irregularidad en que el recuento se suspendiera durante 24 horas. Al reanudarse, la distancia de Morales sobre Mesa era mucho mayor y una ligera tendencia hacia el empate se había revertido. Según el canciller Pary, «en Bolivia no existe la posibilidad de fraude o manipulación de datos porque cada uno de los delegados cuenta con una copia del acta con el resultado de los votos».
Esas explicaciones no convencieron al secretario general de la OEA , Luis Almagro, quien en una dura intervención exigió a Bolivia que acepte una auditoría que sea vinculante. «La Secretaría General entiende que, si el TSE invita a esta organización a que realice el trabajo para verificar la legitimidad de los resultados, entonces no deberían considerarse como legítimos hasta que no finalice el proceso de auditoría solicitado», dijo Almagro.
El miércoles, el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA notificó al Consejo Permanente de esa institución que las elecciones fueron altamente irregulares. «Toda elección debe regirse por los principios de certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad. La Misión pudo constatar que varios de estos principios han sido vulnerados por distintas causas a lo largo de este proceso electoral», dijo Gerardo Icaza.
Los ministros bolivianos han aceptado una auditoría, pero mantienen que Morales sólo aceptará como legítimas las decisiones no de la OEA sino del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, que es quien autorizó la suspensión del recuento durante aquellas 24 horas. Preguntado por si rechaza automáticamente la segunda vuelta, el canciller Pary no respondió.
A las puertas del edificio de la OEA en Washington un grupo de bolivianos se manifestaba en contra de Morales con lemas como «no queremos una dictadura como la de Venezuela».
Los embajadores de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia leyeron un comunicado ante el Consejo Permanente en el que denunciaron «graves irregularidades» y pidieron a Morales que respete «la voluntad de la ciudadanía». Morales llevas 14 años en el poder, y ha maniobrado para ser reelegido al menos dos veces, sin contar esta, a pesar de que la Constitución limita los mandatos a dos.
Noticias relacionadas