La mitad de los turcos cree que no existe un derecho a criticar al Gobierno
Un sondeo de Pew Research Centre otorga nuevos argumentos a quienes se oponen a las aspiraciones europeas de Ankara
¿Cómo se explica la reelección de Erdogan pese al incremento de la represión contra los medios de comunicación turcos? Un sondeo de la firma norteamericana Pew Research Centre ha dado una pista. Casi la mitad de los turcos cree que el Gobierno debe estar a salvo de las críticas públicas , lo que sitúa a Turquía en la cola mundial de los países en materia de respaldo ciudadano a la libertad de expresión. Según Pew, esa falta de músculo liberal explicaría la indiferencia del electorado turco cuando el Gobierno islamista de Erdogan cierra televisiones o detiene a periodistas y editores críticos con su política, y vuelve a votarle en las urnas.
En Estados Unidos, el 95 por ciento de los consultados apoya el derecho de crítica al Gobierno; en Alemania, el 93 por ciento; en Turquía solo el 52 por ciento cree que existe ese derecho. El sondeo de Pew se realizó en 38 países de los cinco continentes entre abril y mayo de este año.
La indiferencia o suspicacia ante la libertad de expresión se matiza un poco cuando el estudio aborda la relación entre el poder y los medios de comunicación. Aún así, el 40 por ciento de los turcos encuestados cree que el Gobierno debe poder restringir la cobertura de manifestaciones políticas , una cifra superior a la de cualquier otro país y solo superada por Vietnam, sometido a un régimen comunista.
Desde la llegada al poder del partido islamista turco (AKP) hace 13 años, el Gobierno ha mantenido una tendencia creciente de represión de la libertad de prensa. En la actualidad el número de detenciones y procesos contra periodistas, escritores y editores, se cuenta por decenas. Se les acusa habitualmente de “conspiración contra el Estado”, o de simpatizar con el terrorismo kurdo. Las denuncias contra el Gobierno de Erdogan -habituales en todos los foros de derechos humanos- son uno de los grandes obstáculos en la negociación de adhesión a la Unión Europea, pero en el interior de Turquía tienen un impacto muy limitado. El sondeo de Pew apunta por qué.