Milicias kurdas y tropas iraquíes se despliegan en torno a Kirkuk

Miles de peshmergas toman posiciones ante el temor a un posible ataque de Bagdad

Tanques iraquíes en la localidad de Taza Khurmatu, cerca de la provincia de Kirkuk Afp

Núria Vilà

La tensión en la provincia multiétnica y petrolera de Kirkuk ha subido de forma peligrosa tras el referéndum de independencia en el Kurdistán iraquí del pasado 25 de septiembre. Este viernes, aprovechando la retirada de las tropas kurdas, la policía iraquí tomó el control de Taz y Bashir, dos localidades habitadas por las minorías turcomana y chií situadas unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de Kirkuk.

Mientras se especulaba sobre una posible ofensiva de Bagdad para retomar la zona, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi , anunció que «congelaría» el avance hacia Kirkuk al menos durante 48 horas, abriendo la puerta a emprender un «diálogo con la parte kurda» que permita resolver la crisis en esa zona, según informó a Efe el comandante de la Policía federal iraquí, Samir al Yaburi .

«Más de dos mil soldados de las fuerzas conjuntas iraquíes se encuentran en las afueras de Kirkuk y están preparados para llevar a cabo su deber y cualquier orden que se emita por parte de la comandancia general», dijo Yaburi.

El mismo Al-Abadi negó previamente que pretendiera hacer uso de la fuerza militar en el área disputada entre Erbil –capital del Kurdistán iraquí– y Bagdad. «No vamos a usar el Ejército contra nuestro pueblo y no lanzaremos una guerra contra los ciudadanos kurdos. Nuestro deber es mantener la unidad del país, aplicar la Constitución y proteger a los ciudadanos y las riquezas nacionales», aseguró.

Sin embargo, el objetivo claro del gobierno iraquí es también recuperar por completo el control de Kirkuk, después de que Bagdad anunciara su deseo de gestionar la extracción de crudo. La provincia, rica en petróleo, está ocupada por tropas kurdas desde que estas desalojaron a los yihadistas de Daesh en 2014, aunque administrativamente pertenezca a Bagdad.

«No tenemos miedo»

Como reacción a la ofensiva iraquí, el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), que se niega a entregar el territorio, desplegó 6.000 milicianos kurdos para hacer frente a posibles «amenazas» de fuerzas iraquíes, según ha informado el vicepresidente del GRK Kosrat Rasul.

Este, encargado de dirigir las milicias peshmergas en la provincia, aseguró que el gobierno kurdo «no busca la guerra» sino «el diálogo». «No tenemos miedo de las amenazas de nadie, porque los peshmerga, como indica su nombre ("los que se enfrentan a la muerte") son sinónimo de morir por la victoria», enfatizó.

Milicias kurdas y tropas iraquíes se despliegan en torno a Kirkuk

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