Miles de peregrinos acuden con mascarilla y distancias de seguridad a rezar a la Virgen de Fátima

Nunca ha sido tan difícil y a la vez tan necesaria la peregrinación a la Virgen de Fátima. Con ese pensamiento ha viajado Maria Emilia hasta el enclave de Portugal. "Más que nunca debemos pedir a nuestra Señora que nos ayude", dice una mujer de 71 años con una enfermedad autoinmune.  Situados en círculos para marcar distancias, 7500 peregrinos se reunieron ayer en el lugar donde se cree que la Virgen se apareció a unos niños en 1917.  Pedro Barbosa de 44 años,  repite peregrinaje tras meses muy duros por el confinamiento y la segunda ola en Portugal. Su deseo es que "la Virgen nos libere de la pandemia lo antes posible".- Redacción-