Miles de detenidos en un fin de semana caótico en EE.UU.

El abogado de la familia de Floyd, David Crump, condenó la violencia, pero defendió que lo que las ha provocado es la «brutalidad policial y un sistema criminal racista»

Dos coches del Departamento de Policía de Nueva York arrollan a un grupo de manifestantes ATLAS

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El domingo extendió por un día más las protestas que han sumido a EE.UU. en el caos y la violencia tras el último caso de abusos policiales contra la minoría negra. Las protestas empezaron el martes en Mineápolis, donde en la víspera un hombre negro, George Floyd , murió después de ser asfixiado durante casi nueve minutos por un agente de policía. Floyd estaba contra el suelo, desarmado, esposado y sujeto por otros dos agentes. Pero el policía, Derek Chauvin, siguió asfixiándole con la rodilla contra el cuello a pesar de que la víctima repetía «no puedo respirar» y llegó a desvanecerse.

Para el viernes, las protestas de gran violencia que se registraron en Mineápolis -con decenas de edificios incendiados y negocios saqueados- ya se habían extendido a la mayoría de las grandes ciudades del país.

Durante el fin de semana, los disturbios se agravaron en lugares como Nueva York y Atlanta , mientras que las autoridades decretaban el toque de queda en casi una treintena de ciudades y se desplegaba la Guardia Nacional en doce estados, además de la capital, Washington. Desde el viernes, se han producido más de 2.500 detenciones por los incidentes, según el recuento de 'The Washington Post'.

En Mineápolis , miles de manifestantes se volvieron a echar a la calle después de que la abundante presencia de miembros de la policía y de la Guardia Nacional consiguiera controlar la situación en la noche del sábado y que se cumpliera de forma generalizada el toque de queda.

La principal protesta fue en una autopista, que fue cortada por miles de personas y donde estuvo a punto de suceder una tragedia. Un camión cisterna de gran tamaño irrumpió en la autopista y estuvo a punto de llevarse por delante a cientos de manifestantes. Participantes en la protesta sacaron al conductor del volante y le agredieron hasta que llegó la policía. El conductor está detenido y a la espera de si se interponen cargos en su contra.

Donde se produjo una víctima mortal fue en Omaha (Nebraska), donde el dueño de un bar se enzarzó en una disputa con manifestantes y acabó disparando dos tiros a uno de ellos, que falleció.

En Nueva York, el murmullo de los helicópteros y el aullido de las sirenas de la policía se sintió todo el fin de semana, también el domingo. Después de actuaciones de fuerza de los agentes el día anterior, miles de personas salieron de forma pacífica , aunque era previsible que con la llegada de la noche volviera la violencia.

Por uso excesivo de fuerza fueron expulsados dos agentes del cuerpo de policía de Atlanta, una de las ciudades que más disturbios han vivido.

Pero también hubo saqueos abundantes en ciudades como Filadelfia o Santa Mónica (California), enfrentamientos con la policía desde Miami hasta Portland y en la capital, Washington, los manifestantes volvieron a cercar la Casa Blanca, con incendios y destrozos en las inmediaciones de la residencia presidencial. Varios medios estadounidenses aseguraron ayer que Donald Trump fue trasladado a un banquet el viernes por la noche, cuando arreciaron las protestas, y pasó allí algo menos de una hora.

El abogado de la familia de Floyd, David Crump , condenó la violencia, pero defendió que lo que las ha provocado es la «brutalidad policial y un sistema criminal racista». Lo que acabará con los disturbios es, defendió, que haya «responsabilidad policial y justicia equitativa».

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