Miembros del Gobierno peruano se saltaron el turno de vacunación
La ministra de Exteriores presentó su dimisión después de conocerse el escándalo
El Gobierno del presidente interino de Perú, Francisco Sagasti , se enfrenta a una grave crisis política después de que se revelara que la exministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete , y altos funcionarios de varios ministerios, recibieron en secreto la vacuna contra el Covid-19 de la compañía china Sinopharm.
«Nadie que ha recibido estas vacunas debe tener lugar en mi Gobierno. Estoy indignado y furioso por esta situación que pone en peligro todo el esfuerzo de los peruanos que trabajan en primera línea», dijo Sagasti, sobre la salida de Astete, provocada por el escándalo.
Perú es uno de los países de América Latina más afectados por el Covid-19: cerca de 100.000 personas murieron en el 2020 , una cifra que supera las cerca de 60.000 víctimas durante el conflicto interno que causó la banda terrorista Sendero Luminoso o el número de muertos peruanos que provocó la guerra con Chile entre 1879 y 1883, y que ronda las 20.000 víctimas, según el portal IDL-Reporteros.
Dimisiones
A través de Twitter, la excanciller Astete admitió que recibió la primera dosis de la vacuna el pasado 22 de enero. Para justificarse, afirmó: «Al ser persona de riesgo, al tener 68 años, no podía darme el lujo de caer enferma. La negociación de la vacuna no debe verse afectada ni empañada por una decisión equivocada , que no medí en su momento». En ese mismo mensaje, Astete renunció al cargo. El lunes fue reemplazada por el diplomático de carrera Allan Wagner.
Astete formó parte de los funcionarios del Gobierno de Sagasti que firmó la compra de 24 millones de dosis de vacunas para Perú en 2020 con las empresas Astrazeneca, Sinopharm y Pfizer.
Días antes de que estallara el caso, bautizado por la prensa peruana como #Vacunagate , renunció la ministra de Salud, Pilar Mazzetti. Mazzetti fue reemplazada por Óscar Ugarte, que ayer destituyó a los viceministros de Salud, Luis Suarez Ognio y Victor Bocangel, por haber sido vacunados en secreto.
El caso de las vacunas suministradas en secreto se destapó a raíz de que el destituido presidente Martín Vizcarra (2017-20) revelara la semana pasada que cuando estuvo en el poder fue vacunado con su esposa Maribel Díaz, como parte de los 12.000 voluntarios peruanos de la fase 3 de la vacuna de Sinopharm, realizado entre las universidades Cayetano Heredia y San Marcos.
En un comunicado público, la Universidad Cayetano Heredia desmintió al expresidente Vizcarra y comunicó que él recibió parte de las vacunas que llegaron como un paquete extra para los equipos médicos que lideraron y llevaron la prueba de la vacuna de Sinopharm.
«Hasta hoy no he escuchado en el mundo que altos funcionarios del Gobierno se aprovechen de la pandemia para inocularse la vacuna a espaldas de la población . El expresidente Vizcarra representa el egoísmo de la clase política y que no tiene ninguna preocupación de gobernar por el bien público. Para mí es peor que robar, es decir, yo valgo más que usted y hago lo que me da la gana a espaldas del país. Es una actitud que viene de la época colonial que demuestra que las castas siguen vigentes», dijo al ABC la politológa Jo Marie Burt.
Corrupción «deplorable»
Por esa razón, la Fiscalía de la Nación inició el lunes diligencias preliminares contra el expresidente Vizcarra por la presunta comisión de los delitos contra la administración pública , concusión y negociación incompatible o aprovechamiento del cargo. También el Contralor, Nelson Shack, dijo en su cuenta de Twitter: «Aprovechar el cargo para obtener una ventaja o un beneficio personal es un acto de corrupción deplorable, que indigna más cuando está en juego la vida de quienes están cuidándonos del Covid-19. Un funcionario no puede ponerse delante de la desgracia de otros ».
«Las pandemias no son solo fenómenos biológicos o sanitarios sino que revelan la esencia de un país : políticos que entienden el poder político como un privilegio y que buscan beneficiarse antes que nadie, sin pensar en el otro que está muriendo a tu lado, este hecho, nos supera para mal», dijo a ABC el historiador José Ragas.
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