Michelle Bachelet deja su legado reformista a medio acabar
La presidenta de Chile avanzó en la gratuidad de la enseñanza, pero no en los cambios a la Constitución
Michelle Bachelet llegó por segunda vez a La Moneda en marzo de 2014, con el firme propósito de emprender reformas que permitieran reducir las desigualdades en Chile, que tiene una de las peores cifras de la OCDE . La presidenta terminará su mandato con un conjunto de reformas a medio camino , que tienen un difuso respaldo ciudadano y cuyos resultados todavía no alcanzan a ser del todo percibidos.
El origen de las reformas que impulsó Bachelet se encuentra precisamente en los problemas que tuvo el gobierno de Sebastián Piñera , quien afrontó masivas movilizaciones estudiantiles durante más de dos años que exigían la gratuidad de la enseñanza y transformaciones en el modelo económico para hacerla efectiva. La fuerza y persistencia de las protestas, incluidos levantamientos en varias ciudades, desgastó al gobierno de Piñera, impidió su continuidad con otro mandatario de derechas y abrió el camino para el retorno de Bachelet.
La Concertación –alianza de la Democracia Cristiana, el Partido Socialista y grupos socialdemócratas que gobernó el país durante 20 años tras la dictadura de Augusto Pinochet – incluyó al Partido Comunista y asociaciones menores para transformarse en la Nueva Mayoría , la plataforma que buscó la vuelta de Bachelet.
Las tres reformas
La política socialista, exmilitante clandestina y expresa política de la dictadura, se propuso tres transformaciones principales de carácter «estructural». Una reforma educativa que avanzara hacia la gratuidad; una reforma tributaria que permitiera financiar la inversión social y la gratuidad de servicios públicos, y el cambio de la Constitución heredada del régimen militar. Junto a estas medidas, también abrió un debate sobre una reforma del sistema de pensiones, cambios a las leyes laborales y la aprobación de leyes como la que otorga derecho de voto a los chilenos en el exterior o la posibilidad de aborto limitado a tres supuestos .
Pese a la resistencia de los empresarios, logró sacar adelante la reforma fiscal que le permitiría recaudar unos 8.000 millones de euros para financiar la gratuidad de la enseñanza de forma paulatina. También encontró resistencia a su reforma educativa, pero termina su mandato con la gratuidad de la enseñanza media y de más de 250.000 estudiantes de educación superior . El cambio constitucional avanzó en un debate en el que participaron mile s de personas, pero no convocó un referendo ni a una asamblea constituyente.
Su afán reformista se vio opacado en 2015 cuando estalló un caso de especulación financiera que involucró a su hijo mayor y a su nuera . Todos los partidos políticos, incluidos parlamentarios oficialistas, se vieron vinculados a casos de corrupción.
En marzo, Michelle Bachelet dejará La Moneda con la mitad del 80% de respaldo que tenía cuando dejó el poder en 2010. Pero sus reformas «llegaron para quedarse» , según recalcó una de sus ministras.
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