Merkel, tras la victoria en El Sarre: «Los votantes quieren centro y estabilidad»
Schulz, por su parte, ha aconsejado hoy a sus adversarios «no cantar victoria antes de tiempo»
En la Casa Konrad Adenauer de Berlín están todos hoy pletóricos, tras la inesperada y aplastante victoria en las elecciones regionales celebradas ayer en El Sarre . Todos menos Merkel, a quien no le altera el pulso ni es demoledor triunfo de ayer, ni las encuestas que venían anticipando exactamente lo contrario durante las pasadas semanas. «Yo no me ocupo demasiado de los denominados efectos, creo que lo importante es seguir trabajando, solucionar los problemas de cada día y siempre con la vista puesta en el futuro», ha dicho la canciller alemana en una comparecencia junto con la presidenta de El Sarre que continuará cinco años más en su puesto, Annegret Kramp-Karrenbauer . Ambas consideran que al Partido Socialdemócrata (SPD), que llegó a estar en los sondeos por delante de la Unión Cristianodemócrata (CDU) , le ha perjudicado el coqueteo con una posible coalición de izquierdas que su nuevo líder, Martin Schulz, ha dado a entender que desearía trasladar también al Estado federal. «Los votantes quieren centro y estabilidad», ha dicho Merkel, mientras que Kramp-Karrenbauer se ha permitido un tono una poco más jocoso: «Sobre el efecto Schulz solo puedo decir que antes de que llegase a la presidencia del SPD los sondos nos daban 12 puntos por delante y en las urnas hemos quedado 11 puntos por delante. Con ese efecto, bien podemos».
Merkel también ha lanzado un par de mensajes a los suyos, que han estado muy nerviosos estas últimas semanas con las encuestas. «Ganar está en manos de la Unión», ha recordado, «lo que hay que hacer es ponerse a trabajar… Lo importante es mantener el ritmo de trabajo. Para mí siempre es campaña electoral. Después de las elecciones significa antes de las elecciones, aunque las campañas tienen diferentes fases, unas más intensas que otras. Se trata de seguir trabajando juntos y a nuestro ritmo, sin hacer demasiado caso a las encuestas y sin tener miedo» . Y para seguir trabajando, ha confirmado que Martin Schulz está invitado a la reunión que mantendrá en breve la directiva de la gran coalición de Berlín para dar el último toque a las últimas decisiones de la legislatura. «Por su puesto asistirá, tiene todo el sentido, la gran coalición sigue trabajando. Ahora es el SPD el que debe aclararse sobre a qué coaliciones se orienta en el futuro. Nosotros tenemos claro que no haremos coaliciones con Die Linke (La Izquierda) ni con Alternativa para Alemania (AfD)». Martin Schulz , sin embargo, hace una lectura completamente distinta y no ve la conveniencia de descartar una futura coalición de gobierno con Die Linke.
El aspirante socialdemócrata a la cancillería alemana, antes de que Merkel tomase la palabra, ha aconsejado hoy a sus adversarios a «no cantar victoria antes de tiempo» y asegurado que su partido mira «con gran confianza» hacia adelante, a pesar de esta derrota. «Las campañas electorales son una carrera de fondo y no un esprint, y nosotros tenemos muy buen aguante», ha dicho, garantizando que el SPD hará un «análisis objetivo» del resultado de ayer y extraerá «las consecuencias necesarias» para abordar las campañas para las próximas elecciones regionales que tendrán lugar en mayo en Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia. También ha subrayado que para esos comicios, el SPD irá a la campaña con dos «excepcionales» primeros ministros socialdemócratas que, está convencido, serán reelegidos en su cargo.
Estrategia Sarre
Mientras el resultado de El Sarre podría obligar al SPD a reajustar su estrategia electoral, en la CDU la directiva se siente reafirmada y habla ya de la «estrategia Sarre», que vendría a consistir en no hacer absolutamente nada diferente de lo que el partido ya está haciendo, a pesar del revulsivo que Schulz parece haber impulsado en las encuestas. Desde inicios de año, en la CDU ha tenido lugar un debate soterrado sobre supuestos cambios tácticos necesarios ante el nuevo panorama que la vuelta de Schulz desde Bruselas había mostrado en el ámbito demoscópico. El ala más dura del partido ha estado reclamando un giro a la derecha. Los jóvenes han estado pidiendo «caras nuevas». Incluso Kramp-Karrenbauer había recibido críticas internas por su «parálisis». Pero las urnas dan la razón a quienes defendían que en el centro y en la continuidad, aunque menos mediáticos que el aire fresco de Martin Schulz, está la clave del triunfo electoral.
Otros analistas señalan que precisamente ese efecto mediático está movilizando un voto conservador, cansado de Merkel durante ya tres legislaturas y crítico con sus decisiones en materia de rescates europeos y refugiados, pero que desea evitar a toda costa una coalición de izquierdas en Berlín. Merkel, por cierto, ha dejado claro hoy que sus opciones de coalición tras el 24 de septiembre serán los liberales del FDP, si logran presencia parlamentaria, y un nuevo trabajo conjunto con el SPD. También ha llamado a un cierre de filas del voto conservador: «Los conservadores somos la Unión Socialcristiana (CSU), el FDP y nosotros, y no deberíamos hacernos daño los unos a los otros».
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