Merkel se opone a levantar más vallas contra la inmigración

Espera que la creación de «zonas seguras» en Siria reduzca la llegada de refugiados

Un emigrante, que lleva un niño, cruza la frontera entre Grecia y Macedonia, cerca de la localidad de Gevgelija AFP

ROSALÍA SÁNCHEZ

«Allí donde hay una frontera, van y levantan una valla . La hay entre Turquía y Bulgaria, la hay entre Turquía y Grecia. Sin problemas. Pero ¿qué hacemos cuándo la frontera está en medio del mar? Ahí ya no podemos levantar una valla…». Así echaba por tierra este lunes por la noche la canciller Merkel los argumentos de los países europeos que claman por cierres fronterizos para controlar de una vez por todas el flujo de refugiados con destino a Europa.

«La señora Merkel tiene razón, la solución es que los refugiados sean equitativamente repartidos entre todos los países europeos, Alemania sola no puede cargar con todos », defendía Silke, una voluntaria de Cáritas de 52 años que asistía al mitin electoral de la CDU en Weingarten, Baden-Württemberg, portando una pancarta en la que se leía: «Soluciones cristianas. Soluciones democráticas». A su entrada en el palacio de congresos de Weingarten, cerca de Reavensbrug, Merkel recibió un caluroso aplauso de los militantes, pero en el trayecto desde el coche oficial, que hizo a pie, hubo de escuchar repetidos abucheos y pitidos a su política de puertas abiertas.

«Entiendo a los turcos que sostienen que no podemos decirles que no acogemos a más refugiados y, por otro, que abran las fronteras a los sirios más necesitados»

Con su presencia este lunes en dos actos electorales, Merkel lanzaba la campaña de cara a las regionales que se celebrarán el próximo 13 de marzo simultáneamente en tres de los Bundesländer y dejaba clara su estrategia. La canciller presentó como un primer logro un descenso del flujo de refugiados que entran en Alemania y que ha descendido sensiblemente por debajo de los 1.000 diarios , cuando este verano la media superaba los 3.000 al día, y apuntó al acuerdo con Turquía y al establecimiento de «zonas seguras» libres de bombardeos en Siria como las claves para reducir aún más la cifra de llegadas y controlar el problema de raíz.

«Entiendo a los políticos turcos que sostienen que no podemos decirles, por una lado, que no acogemos a más refugiados en Europa y, por otro, que abran las fronteras turcas para los refugiados sirios más necesitados», dijo Merkel ante los escépticos simpatizantes.

«Esos contingentes (de refugiados) acordados con Turquía tendrán sentido cuando se frene la inmigración irregular », afirmó, como explicación a las reticencias de muchos gobiernos europeos que no quieren adquirir nuevos compromisos antes de comprobar cuántos extranjeros cruzarán ilegalmente sus fronteras.

Estrategia electoral

La estrategia electoral de Merkel, además de una orientación internacional de la crisis, pasa por endurecer sus políticas en el interior de Alemania. Bajo el lema «Apoyar y exigir» , su partido ha elaborado un largo listado de iniciativas para acelerar la integración del refugiado tanto en la sociedad como en el mercado laboral, evitar los guetos y garantizar el «respeto» a la cultura y la ley alemanas. Plantea por ejemplo recortar las ayudas sociales a quienes rechacen los cursos obligatorios de integración y de idiomas, no acepten una oportunidad laboral o hayan cometido delitos. El permiso de residencia permanente sólo será posible con un conocimiento suficiente del idioma y de las leyes del país, si se carece de antecedentes penales y si se cuenta con medios que garanticen su sustento.

La gran dificultad para aplicar estas políticas es la resistencia del principal socio de la gran coalición, el Partido Socialdemócrata , aunque según Julia Klöckner , candidata a primera ministra del estado federado de Renania Palatinado, «después de un periodo de reflexión, las apoyarán, como ya han hecho anteriormente».

Otro gran obstáculo con el que se enfrenta la canciller alemana es el partido de derecha populista Alternativa para Alemania (AfD ), tercer partido en intención de voto en las encuestas Emnid con un apoyo del 12% y que obliga a la CDU de Merkel a endurecer posturas para no perder votos por la derecha.

«Lamentablemente, en la próximas semanas veremos mucho show electoral y pocas medidas constructivas», lamenta el analista René Möller . Pero más que postureo, Merkel corre el peligro de caer en el escorzo. Las administraciones locales y regionales, las que sufren más gravemente las consecuencias de la política de puertas abiertas, se muestran impacientes por la falta de resultados , sean del signo político que sean.

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