Merkel: «Estamos luchando contra un enemigo al que no conocemos»

A la entrada de una reunión en la que escuchará las demandas de patronal y sindicatos para la gestión del coronavirus, la canciller alemana Angela Merkel ha reconocido esta tarde que «estamos luchando contra un enemigo que no conocemos». «Estamos adoptando medidas inéditas en la historia», ha señalado, nos encontramos ante un «caso único» para el que no tenemos «experiencia previa».

Alemania supera ya los 2.300 infectados confirmados y registra 8 fallecimientos. Merkel sugiere que las próximas semanas serán peores y prepara a la población para «medidas nunca antes tomadas en la historia de la República Federal de Alemania», garantizando que el gobierno hará «todo lo necesario y todo lo que Alemania necesite para que todo salga bien».

«Todavía no sabemos si podremos combatirlo con medicamentos o con vacunas, por eso es preciso actuar con mucha fuerza», ha justificado Merkel, que también ha señalado que esta crisis tendrá consecuencias económicas y que estas serán muy diferentes a la crisis financiera de 2008. El Ejecutivo alemán ha decretado ya un programa de ayudas de 12.400 millones de euros para financiar jornadas reducidas en las empresas, evitando así la destrucción de empleo, y ha abierto una línea de liquidez ilimitada a las empresas afectadas por el efecto coronavirus. La aerolínea Lufthansa, por ejemplo, ha suspendido 23.000 vuelos hasta el 24 de abril y reconoce problemas de liquidez debido a la masiva cancelación de billetes. El programa de créditos del Gobierno alemán -que se presentó hoy como «sin límite superior» y que relega el dogma del «déficit cero»- es una medida «única» para apoyar a las empresas con «liquidez» «y también garantizar los puestos de trabajo». Respecto al Kurzarbeit, la fórmula de reducción de jornada temporal por motivos coyunturales y con garantía de empleo, es asimismo «muy importante» porque apoya al sector privado además que protege a los trabajadores por cuenta ajena.

Los estados federados , por lo demás, están empezando a suspender de forma generalizada las clases en colegios, guarderías y universidades, así como los actos culturales. En esto contexto, Merkel aprovechó también su intervención para pedir a la ciudadanía «solidaridad» y, a la vez, mantener la «distancia social», una «paradoja hoy necesaria» para afrontar la crisis sanitaria generada por el COVID-19. Sobre la reunión con empresarios y sindicatos, la canciller ha precisado que serviría para conocer de primera mano sus preocupaciones y necesidades, pero también para establecer cuál puede ser su «contribución» para "superar este tiempo difícil».