Al menos 89 detenidos en una nueva manifestación opositora en Moscú
Los manifestantes exigen elecciones libres y que se les permita participar a candidatos independientes en las elecciones locales que tendrán lugar el 8 de septiembre

Más de mil personas salieron a las calles en Moscú este sábado en una nueva manifestación opositora no autorizada para exigir elecciones libres, según recogen las últimas estimaciones.
La Policía rusa comenzó a detener a personas en el centro. Al menos 89 personas habían sido detenidas, entre ellos la destacada activista opositor, Lyubov Sobol , antes de que iniciara la protesta. Sobol, que está en huelga de hambre, fue detenida en un taxi cuando intentó dirigirse al lugar.
En una protesta similar celebrada el pasado fin de semana, las autoridades detuvieron a más de 1.000 personas . Un Tribunal de Moscú ha confirmado que el viernes 88 personas habían sido detenidas por participar en la protesta, otras 332 multadas y que se habían redactado más de mil hojas de acusaciones.
Aún así, las autoridades han llevado a cabo una nueva ronda de detenciones y registros domiciliarios tras la última ola de manifestaciones y han abierto un proceso penal por lo que han denominado «disturbios civiles masivos», delito que se castiga con una pena de hasta 15 años de cárcel.
Los manifestantes reclaman que se permita participar a candidatos independientes en las elecciones locales que tendrán lugar el 8 de septiembre. Las autoridades electorales han rechazado a 57 candidatos, incluidos destacados críticos con el Gobierno como Ilia Yashin, Dmitri Gudkov y Liubov Sobol . Estos tres candidatos fueron arrestados cuando se dirigían a participar en la manifestación.
«No se resolverá hasta que entiendan que la gente está exigiendo una representación política que tenga en cuenta su propia opinión y voluntad», dijo Sobol.
Por su parte, el alcalde de Moscú , Sergei Sobyanin, aliado de Putin, se ha dirigido a la oposición para decirles que no permitirá que su movimiento de protesta sumerja a la capital rusa en la anarquía. El partido gobernante está perdiendo apoyos, según las encuestas, principalmente por la mala situación económica en la capital rusa. Rusia Unida ha puesto en marcha una polémica reforma del sistema de pensiones en un momento en el que los salarios bajan y las condiciones de vida están empeorando.