Al menos 25 muertos en un ataque del Estado Islámico contra la minoría Sij de Afganistán

Más de cuatro décadas de conflicto han obligado a miembros de esa minoría a buscar refugio en la India

EFE

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El terror golpeó de nuevo Kabul y se cebó con la minoría Sij de la capital afgana. Al menos 25 personas perdieron la vida y ocho resultaron heridas, según el ministerio de Interior, tras una operación yihadista reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el único templo Sij de la ciudad . El brazo del EI en territorio afgano declaró en un comunicado que se trató de «una venganza» por el trato que India dispensa a los musulmanes en Cachemira y amenazó con más ataques de este tipo. Varios hombres armados entraron en el Dharamshala en el momento en el que estaba a punto de comenzar una de las oraciones del día, abrieron fuego de forma indiscriminada contra civiles desarmados, la mayoría mujeres y niños, y se atrincheraron para comenzar una batalla de más de seis horas contra las fuerzas de seguridad, que acordonaron la zona de inmediato.

Los talibanes enviaron un mensaje a través de las redes sociales para negar cualquier implicación y las miradas apuntaron de inmediato al EI, que a comienzos de mes realizó un atentado con una estrategia similar en Kabul en el que mató al menos 32 personas de la minoría hazara, a la que consideran «hereje» por seguir la rama chií del Islam. Dos yihadistas atacaron una ceremonia desde un edificio cercano y las fuerzas de seguridad necesitaron varias horas para reducirlos.

En el pasado había cientos de miles de sijs e hindúes en el país, pero los años de guerra y la creciente presión de los sectores islamistas más radicales contra las minorías han reducido su presencia a menos de 300 familias que se concentran en Kabul y Jalalabad. En 2018, esta comunidad sufrió otro ataque directo del EI en la provincia de Nangarhar y murieron 17 personas, entre ellas un candidato al parlamento.

Intercambio de presos

Esta nueva jornada de terror se produjo 48 horas después del viaje sorpresa de Mike Pompeo . El secretario de Estados estadounidense fracasó en su intento de lograr un acuerdo de gobierno de unidad entre Ashraf Ghani y Abdula Abdula y castigó Afganistán con la retirada de 1.000 millones de dólares en ayuda humanitaria. Este castigó, sin embargo, parece que tuvo efecto y las autoridades de Kabul anunciaron el inicio del intercambio de prisioneros con los talibanes.

Este era un requisito fijado en el acuerdo que alcanzaron en Doha los insurgentes y Estados Unidos el 29 de febrero, pero que el Gobierno de Kabul se negaba a aceptar hasta obtener un compromiso de reducción de la violencia por parte de la insurgencia. Los talibanes obtendrán la liberación de 5.000 de sus hombres, a cambio entregarán a 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad, pero no están obligados a suspender sus operaciones contra el Gobierno de Kabul.

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