Más de 240.000 personas se manifiestan en Berlín contra los partidos de derecha y la xenofobia

La protesta fue concebida como respuesta al ascenso del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD)

Manifestantes en Berlín AFP

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Los organizadores esperaban unos 40.000 asistentes. La manifestación contra el racismo y por una sociedad abierta, concebida como respuesta al ascenso del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD) terminó reuniendo ayer en Berlín a 242.000 personas, un éxito sin precedentes que puso en la calle un movimiento ciudadano transversal, por encima de partidos políticos e ideologías, dispuesto a demostrar que en Alemania son muchos más los que apuestan por la libertad y la tolerancia que los que proponen como receta social el cierre de fronteras .

«Creo que es mi obligación como padre enseñar a mis hijos a colocarse del lado correcto», decía Alfred, arquitecto, con un hijo a hombros y otro en la sillita. «Mejor solidarios que sólidos arios», decía la pancarta que llevaba Monika, estudiante de Derecho de la Universidad Humbolt y que, como voluntaria, empujaba la silla de ruedas de Marie, una jubilada de 83 años que había salido de la residencia para asistir. «Esto ya sucedió una vez en Alemania y entonces no hicimos lo suficiente», alcanzaba a declarar Marie tras la pancarta de apertura: «Unteilbar (Indivisible). Por una sociedad abierta y libre: solidaridad en lugar de exclusión».

En torno a los camiones que animaban la marcha con música techno y proclamas, varias asociaciones de gays y lesbianas coreaban «Resistencia, libertad». “Es la manera que tenemos de decir que vamos a plantar resistencia a quienes desean devolver este país a posiciones nacionalistas. No querría tener que llegar al extremo de votar a Merkel, pero haré todo lo que sea necesario», explicaba Leon, pianista. «Queremos abrir los ojos a personas de buena fe que se están tragando eso de que cerrando las fronteras se terminarán los problemas», argumentaba Lydia, presidenta del APA de un colegio.

Junto a pancartas enviando a la jubilación a los líderes de la CSU bávara, que este domingo se enfrentan a las urnas regionales en Baviera, ondeaban multitud de banderas de la UE. «Porque esta es la Alemania en la que queremos vivir», justificaba un grupo de alumnos de instituto, «qué habría sido de Alemania durante las últimas décadas si no hubiese pertenecido a la UE». «Porque es mentira que la culpa de todo sea de los refugiados », añadía otra de las chicas, «en nuestro colegio hay clases de integración y no es verdad que sean todos violadores. También hay muchos alemanes delincuentes ». «Porque los cristianos creemos que todos somos hijos de Dios, independientemente de la nacionalidad que aparezca en nuestro pasaporte», defendía un sacerdote de San Clemens.

Apoyaban la manifestación Amnistía Internacional, asociaciones de ayuda a refugiados, numerosos intelectuales y artistas, grupos vecinales y medioambientales, El ministro de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Heiko Maas , calificó de «extraordinario mensaje que tantas personas muestren una postura tan clara, que no nos dejamos dividir, y mucho menos por los populistas . Un nuevo nacionalismo no soluciona ni un solo problema».

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