Maduro pide a Felipe VI que frene el «racismo de la derecha española»
Utiliza a España para esconder la grave crisis política y humanitaria de Venezuela
En medio de las protestas sin tregua de la oposición -que reclama elecciones- y la crisis generalizada que sufre Venezuela , Nicolás Maduro mira al exterior para paliar o esconder su grave crisis interna. Por una parte, el presidente venezolano ha ordenado militarizar la frontera con Colombia en el estado Táchira -su capital, San Cristóbal , es considerado feudo rebelde- para «contener la violencia» de las manifestaciones, y por otro, critica a España y pide al Rey Felipe VI que «ponga orden en el racismo y el fascismo que está surgiendo de la derecha española».
En un discurso en el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo), el presidente venezolano reiteró su llamamiento al Gobierno español para que investigue la presunta agresión sufrida la semana pasada por su embajador en Madrid, Mario Isea . Maduro volvió a exigir una «respuesta oficial» al Gobierno español e instó a Don Felipe a «tomar cartas en el asunto». En concreto, denunció la «agresión en las calles de grupos fascistas y franquistas contra hombres y mujeres de América Latina » por considerarlos «chavistas». El Gobierno español ya consideró «inaceptables» las declaraciones del mandatario venezolano, en las que acusaba a Mariano Rajoy de permitir la presunta agresión contra el embajador y le acusó de tratar de «desviar la atención de la profunda crisis» que atraviesa Venezuela , informa Ep.
En las calles venezolanas, mientras tanto, los opositores decidieron ayer desafiar el «estado de excepción y emergencia económica», endurecido el martes por el régimen de Maduro. La jornada comenzó con la marcha de los «chamanes y maracas», convocada por los líderes indígenas en Amazonas (estado del sur de Venezuela), y terminó con una movilización nocturna a la «luz de las velas» en Caracas.
Marcha indígena
A primera hora de la mañana, el gobernador de Amazonas, el opositor Liborio Guarulla, encabezó la marcha de líderes indígenas, pintados y ataviados con plumas y collares. En Puerto Ayacucho, capital de Amazonas, los chamanes (curanderos y guías espirituales), se concentraron en el mercado municipal y de ahí partieron hacia la sede del partido Movimiento Progresista de Venezuela (MPV) .
En Caracas, la protesta nocturna estaba prevista entre las 17.00 y 19.00, hora local, en la torre Cristal (zona este) y en el centro comercial de La Villa en Montalbán (zona oeste). Maduro consideró que la concentración nocturna de Caracas tenía una «simbología fascista». Sin embargo, para la oposición suponía «un desafío y un desacato» ante la ampliación del decreto de estado de excepción que restringe las garantías y libertades constitucionales. A pesar del decreto, el diputado opositor José Manuel Olivares afirmó que no detendrán la oleada de protestas. Las siete semanas de movilizaciones han dejado un saldo de más de cuarenta muertos.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles , hizo un llamamiento a desconocer el decreto de estado de excepción. «Ese decreto es para justificar lo que hacen. Es para ampararse y entrar en las casas. Quieren acabar con la protesta por esa vía, pero no lo van a conseguir», dijó el líder opositor. Tras considerarlo nulo, manifestó que para que el decreto entre en vigor debe ser aprobado por la Asamblea Nacional. «No vamos aceptar ese decreto, métanselo en el bolsillo. La Constitución es clara, artículos 333 y 350 frente a eso. Van a tener que meternos presos a todos los venezolanos», añadió.
Noticias relacionadas
