Macron preside una cumbre franco-africana sin líderes de gobiernos africanos

El presidente francés solo ha deseado invitar a representantes de la sociedad civil, militantes de muy diversas organizaciones, personalidades independientes, artistas, deportivos, accionistas y directivos de pequeñas y medianas empresas

Emmanuel Macron, en la cumbre franco-africana escuchando a la Ministra de Igualdad de Género de Francia, Elisabeth Moreno Reuters

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Emmanuel Macron preside viernes y sábado una cumbre franco - africana sin duda histórica: sin presidentes, jefes de gobierno ni representantes oficiales de ningún gobierno africano, con el fin de consumar una « ruptura » y comenzar « nuevas relaciones » entre las antiguas colonias y la metrópoli, que pudiera «reflexionar» sobre el eventual reconocimiento de la «colonización, considerada como crimen contra la humanidad».

Se trata de un arriesgado proyecto diplomático personal del presidente Macron, rompiendo con una tradición que tiene cuarenta y cuatro años de historia.

Tras la descolonización iniciada y encarnada por el general de Gaulle, el presidente Georges Pompidou presidió la primera cumbre franco africana de la historia el 13 de noviembre de 1973, en el palacio del Elíseo.

Desde entonces, los sucesivos presidentes de Francia, Giscard d’Estaing, Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande , respetaron siempre le mismo ritual: el presidente de Francia reunía a los jefes de Gobierno y presidentes de medio centenar de países africanos total o parcialmente francófonos.

Refundación de las relaciones

A los siete meses de ser elegido presidente, Emmanuel Macron pronunció en Uagadugú, capital de Burkina Faso, el discurso fundador de su diplomacia africana: prometiendo una «ruptura» con «relaciones obsoletas». La vigésimo novena cumbre franco africana, en Montpellier , viernes y sábado, ha sido presentada como la matriz de la futuras relaciones entre Francia y sus antiguas colonias.

Algo inaudito en la historia de las relaciones diplomáticas franco - africanas, el presidente Macron no ha invitado a ningún presidente, ningún jefe de gobierno, ningún representante diplomático de ninguno de los 54 Estados presentes en una cumbre de nuevo cuño.

El presidente francés solo ha deseado invitar a representantes de la sociedad civil, militantes de muy diversas organizaciones, personalidades independientes, artistas, deportivos, accionistas y directivos de pequeñas y medianas empresas.

En nombre de una mayoría de participantes, Achille Mbembe, politólogo, analista y teórico del poscolonialismo, entregará a Macron un informe de 150 páginas presentado como un proyecto de «refundación» de las relaciones entre Francia y África. No está claro cómo responderá el presidente a la exigencia más llamativa de ese proyecto: «Reconocimiento claro de la colonización, considerada como un crimen contra la humanidad». Se trata del punto más sensible, delicado e imprevisible de la cumbre de Montpellier. Macron puede limitarse a recibir el informe y proposición, sin pronunciarse forzosamente sobre tal «exigencia».

3.000 participantes

La cumbre de Montpellier reunirá a más de 3.000 participantes , africanos y europeos, que trabajarán, durante día y medio, cortos, en varios terrenos sensibles: cooperación cultural, soberanía nacional, evolución de los modelos democráticos, transparencia, ayudas francesas a las pequeñas y medianas empresas africanas, con una atención particular a las 'start up' de la nueva economía numérica. Algunas asociaciones africanas desearían que Francia creara un fondo de apoyo a las democracias africanas y la movilidad estudiantil.

La cumbre franco - africana de Montpellier coincide con el estallido de varias crisis inflamables entre Francia y algunos países africanos.

Los gestos verbales de buena voluntad no han sido suficientes para apaciguar definitivamente la crisis entre Francia y Argelia sobre la memoria histórica de la guerra de liberación.

La contratación de mercenarios rusos, en Mali, para combatir el yihadismo, han abierto una crisis irregular con Francia, que tiene 5.100 soldados en Sahel, estimando que esa gigantesca región desértica, entre el Atlántico y el Índico, es un "semillero" de grupúsculos terroristas amenazantes para toda Europa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación